El viejo Puente Transbordador

El 25 de septiembre de 1908 se autorizó a la empresa Ferrocarril del Sud a fabricar un puente transbordador que conectara la ciudad de Buenos Aires con la provincia de Buenos Aires al sur del río Matanza-Riachuelo. Lo construyeron los ingleses del Ferrocarril Sud, a cambio de terrenos en Casa Amarilla, que utilizaron como playa de maniobras. Al mismo tiempo, avanzaron otros dos transbordadores cruzando el río: el Presidente Urquiza y el Presidente Luis Sáenz Peña.

El Nicolás Avellaneda fue inaugurado el 31 de mayo de 1914 y funcionó hasta 1960. Se creó para transportar peatones, carros, vehículos y tranvías. Unía la isla Maciel con la Boca. El transbordador era el medio de transporte que usaban los obreros que cruzaban a Avellaneda o a La Boca para trabajar en los frigoríficos y en otras industrias. Fue construido en Inglaterra, en hierro, con trazas de cobre para resistir la corrosión; luego se lo armó en Buenos Aires, a la manera de un mecano.

Más tarde, en 1940, se construyó el Puente Nicolás Avellaneda, a una distancia de tan sólo 100 m. Mientras tanto, los otros dos transbordadores fueron desmantelados.

En 1993, estuvo a punto de ser desguazado y vendido como chatarra como parte de un lote de puentes ferroviarios, durante el desmantelamiento del sistema ferroviario que se llevó adelante durante la presidencia de Carlos Menem. Gracias a la oposición de varias asociaciones de vecinos e historiadores, fue conservado.

En 1995 la ciudad de Buenos Aires declaró sitio de interés cultural a este puente, impidiendo de esta manera su demolición   Mediante el decreto 349 del año 1999, el gobierno nacional incluyó esta estructura en la lista de monumentos históricos nacionales.


A partir de 2004, con la creación de ACUMAR y el plan de recuperación del Riachuelo, comenzaron a barajarse proyectos para rehabilitar el viejo transbordador, que tomaron nuevo impulso en 2012 cuando se descubrió un túnel cruzando el río a 28 m de profundidad que comunica con la Isla Maciel, del otro lado del río, en el partido de Avellaneda y que permitiría el traslado de un gasoducto que hasta hace poco pasaba  por la estructura del transbordador y era una traba a su rehabilitación.


Pocos sabían de la existencia de ese paso, olvidado durante décadas, por el que tambien pasan cables telefónicos y de electricidad ahora en desuso. Se conoce que el Riachuelo contaba con otros dos túneles. Uno desapareció, y el otro está en Puerto Madero, a la altura de la calle Brasil.


El proyecto para comenzar la puesta en funcionamiento del puente fue igualmente anunciado por la Fundación por La Boca, estando a cargo de Vialidad Nacional.

Actualmente ya se ha remplazado el gasoducto, se han realizado reparaciones en la maquinaria y se está pintando el exterior.
La foto que se observa aquí es de 1932 y corresponde al Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, mas conocido como “El Puente de La Boca”, uno de los últimos 8 puentes transbordadores que quedan en el mundo.



Un pedacito de Buenos Aires que como ocurre en la mayores capitales europeas, debería encontrarse en funcionamiento para el turismo. Aunque no lo haya construido Alexandre Gustave Eiffel.
Taluego.

1 comentario:

  1. Excelente artículo, muy bien resumido y muy ilustrativo. Magníficas fotos e información interesante, que tal vez sirva para que en este país de escleróticos desmemoriados, las cosas no se olviden tan rápidamente, con lo que cuesta hacerlas (en tiempo, esfuerzo y dinero).

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