El fotógrafo belga Jan Kempenaers se tomó su tiempo (tres años) para editar un libro de fotografías llamado "Spomenik:. El fin de la historia". (Spomenik es el vocablo Bosnio para "monumento") El mismo contiene 26 fotografías de 25 extrañas estructuras con figuras muy poderosas, abandonadas y semidestruídas, que se mantienen misteriosamente en pie en tierras completamente desiertas pero que guardan secretos que costaron mucho dolor al pueblo yugoslavo.
Las esculturas son de escala gigantesca y de geometría abstracta, que para algunos simulan flores, setas, cristales, o microorganismos de dudosa procedencia.
La mayoría de ellas fueron construidas con hormigón o piedra, mientras que otras tienen revestimientos de metal o están parcialmente vidriadas.
Para otros se trata de una monumental visión cósmica escultórica abandonada en medio de los bosques de la antigua Yugoslavia simulando naves espaciales, portales dimensionales, centros de comunicación interplanetaria, símbolos vacíos de una historia fragmentada.
Un impresionante legado de post guerra que intenta convertir en inolvidables aquellos lugares donde se escribió con sangre la historia del país.
Brezovica
Kosute
Podgaric
La idea de su construcción proviene del ex presidente yugoslavo Josip Broz Tito, quien tal vez pensó en crear estructuras futuristas para generar la impresión de que su maquinaria socialista avanzaría firme y proféticamente hacia el futuro, hasta conquistar el espacio y sintetizar la historia en el espíritu absoluto. Combinando piedras y metales, sin escatimar en grandilocuencia, la visión de la utopía al final del tiempo fue materializada para conmemorar y resignificar escenarios de batallas de la Segunda Guerra Mundial o sitios donde alguna vez se asentaron campos de concentración.
Krusevo
Petrova Gora
Kamenska
Hoy en día estos monumentos son aún más atractivos estéticamente por su aura distópica, perfectos para películas de civilizaciones exoplanetarias o para películas de sci-fi con toques steampunk.
Kolasin
Kosmag
Korenica
Josip Broz Tito los comisionó en los años 60 y 70 a escultores como Dušan Džamonja, Vojin Bakić, Miodrag Živković, Jordan and Iskra Grabul y a arquitectos como Bogdan Bogdanović y Gradimir Medaković, entre otros.
Cuando la república yugoslava se disolvió a principios de los 90, estos monumentos fueron abandonados, destruídos o fueron víctima del bandalismo emergente en Croacia, Serbia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina.
Kadinjaca
Kosara
Knin
En la década de 1980, estos monumentos atrajeron a millones de visitantes al año, especialmente a los jóvenes pioneros para su "educación patriótica". Después de que la República se disolviera a principios de 1990, las estructuras quedaron totalmente abandonadas y sus significados simbólicos se perdieron para siempre.
Jasenovac
Grmec
Mkljen
Zenica
Entre 2006 y 2009, Kempenaers recorrió la región (hoy Croacia, Serbia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina) con la ayuda de un mapa de 1975, haciendo renacer estas increíbles construcciones ante los ojos del mundo, pero en un deteriorado y meláncolico estado estructural.
Ilirska Birsica
Sanski Monst
Ostra
Sinj
Los pocos que quedan aún en pie se mantienen como un recordatorio de la República Socialista, y quizá así, con su corrosión y rastros de humedad en sus estructuras, ya no se muestran como esculturas frías y abstractas, sino como un recordatorio más efectivo y humano que parece realmente vivir la dualidad entre la grandeza que trató simular el socialismo y a su vez dolerse de los actos ocurridos donde ahora se encuentran, mostrándose finalmente como monumentos de lo que fueron las distintas y terribles luchas de un extinguido país.
Nis
Mitrovica
Sisak
Niksic
Si bien el estilo de los Spomenik nos recuerdan el monumentalismo fascista, casi de inmediato olvidamos esta característica para focalizarnos en su abstracción y en el mensaje de sacrificio patriótico que subyase en su solitaria magnificencia.
Sobre todo en un país flagelado por las divisiones fundamentalistas que lo llevaron a su extinción.
Taluego.
Las esculturas son de escala gigantesca y de geometría abstracta, que para algunos simulan flores, setas, cristales, o microorganismos de dudosa procedencia.
La mayoría de ellas fueron construidas con hormigón o piedra, mientras que otras tienen revestimientos de metal o están parcialmente vidriadas.
Para otros se trata de una monumental visión cósmica escultórica abandonada en medio de los bosques de la antigua Yugoslavia simulando naves espaciales, portales dimensionales, centros de comunicación interplanetaria, símbolos vacíos de una historia fragmentada.
Un impresionante legado de post guerra que intenta convertir en inolvidables aquellos lugares donde se escribió con sangre la historia del país.
Brezovica
Kosute
Podgaric
La idea de su construcción proviene del ex presidente yugoslavo Josip Broz Tito, quien tal vez pensó en crear estructuras futuristas para generar la impresión de que su maquinaria socialista avanzaría firme y proféticamente hacia el futuro, hasta conquistar el espacio y sintetizar la historia en el espíritu absoluto. Combinando piedras y metales, sin escatimar en grandilocuencia, la visión de la utopía al final del tiempo fue materializada para conmemorar y resignificar escenarios de batallas de la Segunda Guerra Mundial o sitios donde alguna vez se asentaron campos de concentración.
Krusevo
Petrova Gora
Kamenska
Hoy en día estos monumentos son aún más atractivos estéticamente por su aura distópica, perfectos para películas de civilizaciones exoplanetarias o para películas de sci-fi con toques steampunk.
Kolasin
Kosmag
Korenica
Josip Broz Tito los comisionó en los años 60 y 70 a escultores como Dušan Džamonja, Vojin Bakić, Miodrag Živković, Jordan and Iskra Grabul y a arquitectos como Bogdan Bogdanović y Gradimir Medaković, entre otros.
Cuando la república yugoslava se disolvió a principios de los 90, estos monumentos fueron abandonados, destruídos o fueron víctima del bandalismo emergente en Croacia, Serbia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina.
Kadinjaca
Kosara
Knin
En la década de 1980, estos monumentos atrajeron a millones de visitantes al año, especialmente a los jóvenes pioneros para su "educación patriótica". Después de que la República se disolviera a principios de 1990, las estructuras quedaron totalmente abandonadas y sus significados simbólicos se perdieron para siempre.
Jasenovac
Grmec
Mkljen
Zenica
Entre 2006 y 2009, Kempenaers recorrió la región (hoy Croacia, Serbia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina) con la ayuda de un mapa de 1975, haciendo renacer estas increíbles construcciones ante los ojos del mundo, pero en un deteriorado y meláncolico estado estructural.
Ilirska Birsica
Sanski Monst
Ostra
Sinj
Los pocos que quedan aún en pie se mantienen como un recordatorio de la República Socialista, y quizá así, con su corrosión y rastros de humedad en sus estructuras, ya no se muestran como esculturas frías y abstractas, sino como un recordatorio más efectivo y humano que parece realmente vivir la dualidad entre la grandeza que trató simular el socialismo y a su vez dolerse de los actos ocurridos donde ahora se encuentran, mostrándose finalmente como monumentos de lo que fueron las distintas y terribles luchas de un extinguido país.
Nis
Mitrovica
Sisak
Niksic
Si bien el estilo de los Spomenik nos recuerdan el monumentalismo fascista, casi de inmediato olvidamos esta característica para focalizarnos en su abstracción y en el mensaje de sacrificio patriótico que subyase en su solitaria magnificencia.
Sobre todo en un país flagelado por las divisiones fundamentalistas que lo llevaron a su extinción.
Taluego.
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