En los últimos años la psicología pediátrica no ha parado de golpearse la cabeza contra la pared en la misma proporción en que ha visto incrementadas sus ganancias por consultas referidas a desarreglos en el comportamiento sexual de las criaturas menores de edad.
Al mismo tiempo cientos de padres se ven sumergidos en la desesperación u obligados a quince minutos de fama en los medios, donde deberán contar con lujos de detalles las perversiones a las que han sido sometidos sus hijos o a las que han sometido a los demás.
Recién llego de ver en el LED de un bar a una señora muy suelta de cuerpo contando como su hija fue violada en una fiesta de 15 años por sus propios amigos en una orgía que se había descontrolado por los efectos del alcohol. En el noticiero de al lado hablan de un nene de seis años que fue violado por los compañeritos mayores en el baño de la escuela. Cámbiele el género por otro y los casos serán igualmente significativos.
No sé usted, pero a mi me suenan varias campanas de alarma y como estoy muy al tanto del mundillo pediátrico y la ineptitud de una gran cantidad de padres, es que me atrevo a volcar algunos pensamientos por acá.
Para empezar hay que ponernos de acuerdo en que un menor de 8 años ya tiene mayores conocimientos sobre Internet que sus propios padres. Que esos mismos padres intentan suplir el tiempo que ya no les dedican a sus hijos debido a sus múltiples ocupaciones, mediante la provisión de caprichos de alta tecnología. De esta forma vemos que niños desde los 8 años de edad cuentan con móviles que algunos adultos nunca soñarían tener, notebooks o tablets que algunos de nosotros sólo vimos en alguna vitrina. Incluso, para mal de males, las estadísticas arrojan que 9 de cada 10 menores de 16 años de familias de alto poder adquisitivo, cuentan con un Smartphone. Con cualquiera de esos simples elementos el menor tiene libre acceso al mundo de la pornografía gratuita en Internet. Y a mi criterio desde allí arranca el incremento del problema en la actualidad.
Es que la mayoría de los padres no saben cómo ni se han tomado el tiempo necesario para colocar controles parentales en los dispositivos que ellos mismo le han regalado y usan sus hijos (ver aquí). Y aunque así fuera, muchos de esos chicos ya saben cómo sortear los filtros para acceder a todo aquello que tienen prohibido.
Lejos han quedado los días en que podíamos conformar al crío con una plataforma autónoma de juegos y dejarlo entretenido sin conexión con el mundo exterior. Ahora exigen conectividad y si usted ha googleado la palabra porno, teta, desnudo, pija o lo que quiera, sabe que la red le entrega fotos de mujeres exuberantes realizándole fellatios a tipos que la tienen más grande que un caballo en celo y los enlaces necesarios para acceder a los correspondientes vídeos.
Si usted es tan estúpido como para no bloquearle el acceso a sus hijos a este tipo de contenido es probable que tarde o temprano se encuentre en la televisión dando su testimonio o en el consultorio del psicólogo o del psiquiatra contando cómo su hija fue violada por diez compañeritos a los que por propia voluntad les realizó sexo oral en una fiestita de cumpleaños con torta y todo. Y que la nena ni siquiera tenía 12.
Pronto la verá con el abdomen de ocho meses mientras usted se pregunta ¿en qué he fallado? cuando en realidad su voluntad de proveedor ha perjudicado todo el esquema de valores de su propia familia.
Las soluciones son bien simples aunque no infalibles.
Ponga límites.
¿Que la nena/e quiere una compu? Control parental (ver aquí) y que la use fuera de su habitación, preferentemente en el living y a la vista de todos. ¿Que la nena/e quiere un Smartphone? filtros de todo tipo y nada de planes de Internet. Si usa WiFi que sean en casa. Incluso habría que sancionar una ley que prohíba que los lugares públicos le entreguen la contraseña a menores de edad.
Las nenas que practican sexo oral o se meten en orgías con amiguitos están intentando obtener la aceptación de los otros mediante los actos que han visto en los videos porno. Saben qué es lo que quieren los varones y van tras su aceptación y dominio. Buscan su lugar en la sociedad y de seguir con los modelos de vedettes, homosexuales, travestis, botineras y prostitutas que nos vende la televisión actual, usted no debería avergonzarse si su pibe le sale un sátiro pervertido o la nena una puta capaz de llegar al estrellato.
Es que los nenes también quedan atrapados en el problema y de tanto ver porno creen que toda chica que se les cruce es una ninfómana en potencia que cuando dice no en realidad dice si y siempre que él tome la iniciativa y le practique todo aquello que ha visto hacer en la pantalla, ella estará gozando agradecida por todo el esfuerzo dispensado.
En la era de la tecnología usted papá o usted mamá, no puede quitarle el ojo de encima a sus hijos. Por más "amigo" que pretenda ser de ellos, no le hace ningún bien si le permite interconectarse con un mundo para el que aún no está preparado.
Cuando haya formado su personalidad bien podrá elegir qué mirar y que no, pero mientras es pequeño usted y solo usted es responsable de aquello que sus hijos hacen con sus vidas.
Taluego.
Si te interesa también puedes leer http://arduratu.info/smartphones-2/
Al mismo tiempo cientos de padres se ven sumergidos en la desesperación u obligados a quince minutos de fama en los medios, donde deberán contar con lujos de detalles las perversiones a las que han sido sometidos sus hijos o a las que han sometido a los demás.
Recién llego de ver en el LED de un bar a una señora muy suelta de cuerpo contando como su hija fue violada en una fiesta de 15 años por sus propios amigos en una orgía que se había descontrolado por los efectos del alcohol. En el noticiero de al lado hablan de un nene de seis años que fue violado por los compañeritos mayores en el baño de la escuela. Cámbiele el género por otro y los casos serán igualmente significativos.
No sé usted, pero a mi me suenan varias campanas de alarma y como estoy muy al tanto del mundillo pediátrico y la ineptitud de una gran cantidad de padres, es que me atrevo a volcar algunos pensamientos por acá.
Para empezar hay que ponernos de acuerdo en que un menor de 8 años ya tiene mayores conocimientos sobre Internet que sus propios padres. Que esos mismos padres intentan suplir el tiempo que ya no les dedican a sus hijos debido a sus múltiples ocupaciones, mediante la provisión de caprichos de alta tecnología. De esta forma vemos que niños desde los 8 años de edad cuentan con móviles que algunos adultos nunca soñarían tener, notebooks o tablets que algunos de nosotros sólo vimos en alguna vitrina. Incluso, para mal de males, las estadísticas arrojan que 9 de cada 10 menores de 16 años de familias de alto poder adquisitivo, cuentan con un Smartphone. Con cualquiera de esos simples elementos el menor tiene libre acceso al mundo de la pornografía gratuita en Internet. Y a mi criterio desde allí arranca el incremento del problema en la actualidad.
Es que la mayoría de los padres no saben cómo ni se han tomado el tiempo necesario para colocar controles parentales en los dispositivos que ellos mismo le han regalado y usan sus hijos (ver aquí). Y aunque así fuera, muchos de esos chicos ya saben cómo sortear los filtros para acceder a todo aquello que tienen prohibido.
Lejos han quedado los días en que podíamos conformar al crío con una plataforma autónoma de juegos y dejarlo entretenido sin conexión con el mundo exterior. Ahora exigen conectividad y si usted ha googleado la palabra porno, teta, desnudo, pija o lo que quiera, sabe que la red le entrega fotos de mujeres exuberantes realizándole fellatios a tipos que la tienen más grande que un caballo en celo y los enlaces necesarios para acceder a los correspondientes vídeos.
Si usted es tan estúpido como para no bloquearle el acceso a sus hijos a este tipo de contenido es probable que tarde o temprano se encuentre en la televisión dando su testimonio o en el consultorio del psicólogo o del psiquiatra contando cómo su hija fue violada por diez compañeritos a los que por propia voluntad les realizó sexo oral en una fiestita de cumpleaños con torta y todo. Y que la nena ni siquiera tenía 12.
Pronto la verá con el abdomen de ocho meses mientras usted se pregunta ¿en qué he fallado? cuando en realidad su voluntad de proveedor ha perjudicado todo el esquema de valores de su propia familia.
Las soluciones son bien simples aunque no infalibles.
Ponga límites.
¿Que la nena/e quiere una compu? Control parental (ver aquí) y que la use fuera de su habitación, preferentemente en el living y a la vista de todos. ¿Que la nena/e quiere un Smartphone? filtros de todo tipo y nada de planes de Internet. Si usa WiFi que sean en casa. Incluso habría que sancionar una ley que prohíba que los lugares públicos le entreguen la contraseña a menores de edad.
Las nenas que practican sexo oral o se meten en orgías con amiguitos están intentando obtener la aceptación de los otros mediante los actos que han visto en los videos porno. Saben qué es lo que quieren los varones y van tras su aceptación y dominio. Buscan su lugar en la sociedad y de seguir con los modelos de vedettes, homosexuales, travestis, botineras y prostitutas que nos vende la televisión actual, usted no debería avergonzarse si su pibe le sale un sátiro pervertido o la nena una puta capaz de llegar al estrellato.
Es que los nenes también quedan atrapados en el problema y de tanto ver porno creen que toda chica que se les cruce es una ninfómana en potencia que cuando dice no en realidad dice si y siempre que él tome la iniciativa y le practique todo aquello que ha visto hacer en la pantalla, ella estará gozando agradecida por todo el esfuerzo dispensado.
En la era de la tecnología usted papá o usted mamá, no puede quitarle el ojo de encima a sus hijos. Por más "amigo" que pretenda ser de ellos, no le hace ningún bien si le permite interconectarse con un mundo para el que aún no está preparado.
Cuando haya formado su personalidad bien podrá elegir qué mirar y que no, pero mientras es pequeño usted y solo usted es responsable de aquello que sus hijos hacen con sus vidas.
Taluego.
Si te interesa también puedes leer http://arduratu.info/smartphones-2/
y esto referido al sexo, a la motivación de los desnudos, de la relación con el otro sexo o con el mismo, sin conversación con adultos y agreguemos, adultos sensatos mínimamente que consideren peligrosos y riesgosos los informativos que reciben. Y siguen como si pudieran subir al auto de los padres y salir manejando a Mar del Plata. Los niños están muy consentidos, los papis cada vez más cansados porque todos tienen que salir a laburar para tener toda la tecnología del último día. Y se descontrola. Yse disculpa todo. Y no sólo sexo y violaciones, qué tal si hablamos de los niños que están todo el santo tiempo ´libre´ en su compu matando gente. Y hay que ver el nivel de los asesinos, que claro está son los niños mismos. Y el cerebro crea surcos, desde lo porno, desde lo violento y....... patapufete.
ResponderEliminarAsí es Marga, tiene toda la razón, pero para no confundir, esos otros problemas los voy a dejar para próximas publicaciones. Por ahora estoy viendo demasiados casos como los que he contado aquí y realmente a uno se le parte el corazón al ver a chicos que imitan esos comportamientos pensando que es lo socialmente aceptado, o lo que los demás esperan de ellos.
EliminarCariños a usted y a Biondi :) .