Yo de la memoria ando muy bien. Gracias.
Hoy, que es el Día de La Memoria del año 2015 , la Plaza de Mayo sigue dividida en dos como hace más de cuarenta años.
Recuerdo que cuando Perón regresó a Argentina tuvo lugar la masacre de Puente 12 ( La masacre de Ezeiza) donde las facciones internas de derecha e izquierda del Peronismo se disputaban el protagonismo de un palco. Ya estaban divididos. Unos estaban con el capitalismo de derecha que quería trabajar Perón y otros (Lo Montoneros y el ERP) querían instalar un Estado comunista que nadie había ni siquiera pensado.
Hasta el día de hoy no hay una lista oficial de muertos.
De alguna manera también son desaparecidos.
Recuerdo que el presidente era Cámpora y que lo que le molestaba a Perón era que tenía muchos "zurditos" dentro del gobierno.
Recuerdo que Perón ganó por mayoría absoluta las elecciones (más del 60 %) pero al día siguiente Montoneros ( esos que hoy gobiernan) le tiraron un muerto sobre la mesa al asesinar a José Ignacio Rucci, Secretario General de la CGT y mano derecha del General.
Recuerdo las bombas y secuestros del ERP y Montoneros. Las bombas en los colectivos y los actos de terrorismo que en plena democracia atentaban contra un gobierno democráticamente constituido.
Los guerrilleros, idealistas del pasado, se habían convertido en terroristas subversivos, porque ya no luchaban en contra de un gobierno de facto y opresor, sino contra uno constitucional elegido por el pueblo.
Recuerdo muy bien a los colimbas muertos en los cuarteles atacados por Montoneros. Un colimba no es un soldado, es el pibe de la esquina, que hoy no cuenta ni siquiera para los Derechos Humanos.
Recuerdo muy bien que la respuesta del gobierno democrático fue crear una facción con las mismas características que el enemigo. La triple A era el equivalente metodológico del ERP y Montoneros, pero de derecha.
Como en lo formal no era parte del gobierno podemos decir que la teoría de los dos demonios cobraba entidad y una guerra sucia y sin uniformes se comenzaba a desarrollar en la oscuridad.
Recuerdo que la muerte del presidente y la ineficiencia de su esposa como nueva mandataria creó una crisis mayor.
Recuerdo el decreto pidiendo la exterminación del terrorismo firmado por el Senado y Presidencia de la Nación, y recuerdo que la orden se le dio a las Fuerzas Armadas.
Pero sin cabeza el país era un caos.
Hasta que todos supimos que venía un golpe militar.
Uno más de ese partido político armado que había creado al propio Perón como golpista.
Porque Perón accedió a su primer cargo político gracias a un golpe.
Yo me acuerdo, aunque no había nacido.
Quien quiera hablar con los que vivimos el momento sabrá que el golpe fue esperado y bien recibido. Se suponía como un paso necesario para hacer borrón y cuenta nueva. Se suponía que en poco tiempo se convocarían elecciones generales que nos regresarían una democracia operativa.
Pero los más beneficiados por el golpe fueron los propios terroristas,quienes no querían esa salida pues se encontraron con la posibilidad de que gracias a la opresión militar el pueblo se levantara en armas y se pudiera llegar a instalar un gobierno comunista. Algo que por medio de elecciones nunca se lograría.
Recuerdo que había una guerra de guerrillas en cada universidad, en cada escuela, en los trabajos y en la calle. Que no podía hablar de política en público pues podía ser chupado. Recuerdo que me paraban a cualquier hora para pedirme documentos, pero aunque tenía barba y pinta de Bolche, nadie nunca me hizo nada.
Recuerdo a los del ERP robarle al auto a mi viejo a punta de AK47, y las amenazas de muerte que un grupo de obreros integrantes del mismo pusieron sobre mi cabeza y la de mi hermano.
Recuerdo como mataron a un guardia de una fábrica frente a mí. Recuerdo a la chica con su poncho para ocultar la AK47 asomada en la ventana del techo de un Peugeot 504 diparándole a ése guardia de la Federal. Recuerdo que al día siguiente se llevaron a 21 personas de esa fábrica y nunca más aparecieron. Incluido el sereno de 78 años que había sido el que marcara el objetivo.
Recuerdo perfectamente que era una guerra sin uniformes en plena calle.
Recuerdo que muchos lo negaban y mientras el Mundial 78 nos hacía campeones del mundo de forma dudosa y gracias a nuestros amigos peruanos, los desaparecidos se sumaban siempre con armas en las manos.
Recuerdo que no había Estado de Derecho y que por lo tanto no había juez que pudiera ayudarlos.
Un juicio sumario y ejecución hubiera sido mejor que desaparecerlos. Después de todo la historia argentina está plagada de ejecuciones contra quienes no tenían la suficiente representatividad y eran una molestia para el poder.
Recuerdo y aún hoy puedo contarlos en el monumento a la Memoria, que fueron 8.700 y que Hebe y Luis Labraña fabricaron los 30.000 para obtener ayuda de los organismos holandeses de Derechos Humanos.
Recuerdo que podrían haber matado a los niños en lugar de apropiarlos. Recuerdo que no eran "buenos chicos" ni una "juventud maravillosa". Recuerdo que eran la misma mierda que los militares que apuntaban sus cañones contra gente desarmada.
Porque los hijos y nietos de Madres y Abuelas no sólo eran capaces de matar para imponernos el comunismo, lo hacían.
Porque los militares de entonces, no sólo eran capaces de matar para imponer el poder y evitar la entrada de otro brote de comunismo en América, lo hacían.
Recuerdo también que al jefe del Ejército siempre lo pone el Presidente de la Nación.Por lo tanto puedo asumir que Videla era un peronista de derecha.
Recuerdo que Montoneros también era un producto del propio Perón. Una facción insurgente que le fue útil para terminar con su exilio y que desechó al llegar al poder.
Recuerdo que el Peronismo declinó participar en el Juicio a Las Juntas Militares, dejando sus puestos vacantes. Si, entendió bien, El Peronismo no quería juzgar a los militares.
Por eso, para tener memoria hay que recordar que todo esto no es otra cosa que una lucha interna de un movimiento que quiere albergar a personas de pensamiento totalmente opuesto y que portan armas.
Y saben y quieren usarlas.
Personas que sólo abandonan sus ideales ante un fajo de dinero.
Yo recuerdo que cualquier persona que me apunte con su arma es mi enemigo.
Pero no recuerdo ni me importa que tipo de botas esté usando.
Taluego.
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