Probablemente los argentinos pensemos que somos los inventores de cuanta mala cosa anda pululando por allĂ. Desde la estafa en modalidad venta de buzĂłn hasta el bendito "paga Dios" que deja a media poblaciĂłn sin crĂ©dito de puro desconfiados.
Creemos que inventamos la modalidad Okupa y que somos el paĂs con las más horribles Villas Miseria, al punto de armar recorridos turĂsticos urbanos donde los visitantes puedan interactuar con lo más raleado de la clase pobre trabajadora condimentada con una dosis injusta de infiltraciĂłn de delincuentes y narcos.
Por lo tanto imagĂnese usted cuan grande ha sido mi sorpresa al saber que no solo en latinoamĂ©rica existen Favelas, Villas Miseria o Asentamientos Ilegales.
Todo gracias a la televisión alemana y española que colaboraron en informarme que para ellos, estas urbanizaciones compuestas por viviendas de escasas dimensiones y condiciones de habitabilidad, construidas con materiales de desecho, por lo general en los suburbios sin urbanizar de los grandes núcleos urbanos, se llaman en español nada más ni nada menos que Chabolas.
Se trata de habitáculos que no reunen las caracterĂsticas y condiciones para ser calificados de viviendas, ni son susceptibles de convertirse en tales con una mejora de rehabilitaciĂłn o transformaciĂłn.
Están condenados a la demolición y en algunos lares hasta rendirán pingües dividendos a los usurpadores ya que las comunas pagan por la erradicación de esos núcleos en efectivo o con propiedades.
Seguramente ninguna agencia de turismo francesa dedicará un tour a la visita de las chabolas de la periferia de ParĂs, donde unas 4.000 personas desarrollan sus vidas.
AĂşn en el siglo XXI el Ayuntamiento de aubervilliers se ve obligado a lanzar un nuevo programa de inserciĂłn para sacar a más de 30 nuevas familias rumanas de la miseria. Ver aquĂ
Y los asentamientos en las afueras de ParĂs permanecen y crecen con las oleadas de inmigrantes.
Si buscamos en Madrid encontraremos cosas similares como el actual poblado de la Cañada Real en Madrid que es una sucesiĂłn de construcciones ilegales y chabolas a lo largo de 15 kilĂłmetros de recorrido. Se extiende desde la Avenida de la Cañada de Coslada hasta el lĂmite municipal de Madrid y Getafe, atravesando los tĂ©rminos municipales de Coslada, Rivas-Vaciamadrid y Madrid.
Tampoco hay un tour que las recorra como ocurre con las favelas de Brasil.
¿QuiĂ©n conoce el lado pobre de BerlĂn, el que no aparece en los folletos turĂsticos? La ciudad goza del raro honor de ser la Ăşnica gran metrĂłpoli alemana donde existe un miserable terreno repleto de chabolas de cartĂłn y hojalata, un microcosmos de la pobreza copiado de las famosas favelas de Brasil. La Ăşnica favela que existe en todo el territorio de la primera potencia econĂłmica de Europa comenzĂł a ser construida hace casi dos años en una zona de Kreuzberg que a partir de los años setenta fue bautizada como la pequeña Estambul, a causa de la poblaciĂłn turca que llegĂł al paĂs y eligiĂł este barrio para vivir.
Tampoco hay visita guiada como en la Villa 31 de Buenos Aires.
Éstas dos fotos, la de arriba y la de abajo podrĂan ser escenas del Tercer Mundo ya que las familias se ganan la vida en refugios improvisados en medio de la inmundicia de un vertedero de basura, sin embargo se trata de un antiguo campo de fĂştbol del Hendon Football Club en un frondoso suburbio de Londres.
AllĂ hay más de 50 rumanos que viven en chozas destartaladas hechas de madera de desecho, escombros y plástico – a pocos metros de los campos de juego y casas de familia de £ 400.000.
Desde hace más de dos años, los migrantes de la región de Transilvania de Rumania han estado viajando al sitio en Hendon, ya que encontraron trabajo en la capital.
Han ocupado las lagunas tras sortear una valla de 10 pies alrededor del sitio – haciendo caso omiso de las señales de advertencia en rumano – para hacer su casa en el campo a pesar de que no tienen agua corriente, electricidad o saneamiento y estar al lado de montones crecientes de basura infestadas de bichos.
Ellos hurgan en la basura en busca de ropa para vestir o cosas para vender y asĂ poder comprar comida.
Por las dudas si piensa ir de visita a Londres, para estos sitios no hay visitas guiadas.
Seguir con la lista es inĂştil e interminable, y usted debe haber comprendido que aĂşn conociendo Ă©sto LatinoamĂ©rica sigue contando con las chabolas más grandes y permanentes del sistema solar. Pobreza que atrae a turistas tanto en Brasil como Argentina. Un submundo creador de poesĂa, literatura y vertientes musicales de lo más variadas, por no mencionar la parte sĂłrdida de la historia.
Pero aunque le sea difĂcil de aceptar, nosotros no fuimos los inventores. La inmigraciĂłn lo hizo posible desde que los gitanos deambularon por Europa o las guerras y hambrunas obligaron a paĂses enteros a iniciar su propia diáspora.
No existe paĂs del mundo que no cuente con un vergonzante asentamiento precario construido por aquellos que intentan subsistir en condiciones infrahumanas.
Y allĂ no se hace turismo. Es una cuestiĂłn de decoro.
Taluego..
Creemos que inventamos la modalidad Okupa y que somos el paĂs con las más horribles Villas Miseria, al punto de armar recorridos turĂsticos urbanos donde los visitantes puedan interactuar con lo más raleado de la clase pobre trabajadora condimentada con una dosis injusta de infiltraciĂłn de delincuentes y narcos.
Por lo tanto imagĂnese usted cuan grande ha sido mi sorpresa al saber que no solo en latinoamĂ©rica existen Favelas, Villas Miseria o Asentamientos Ilegales.
Todo gracias a la televisión alemana y española que colaboraron en informarme que para ellos, estas urbanizaciones compuestas por viviendas de escasas dimensiones y condiciones de habitabilidad, construidas con materiales de desecho, por lo general en los suburbios sin urbanizar de los grandes núcleos urbanos, se llaman en español nada más ni nada menos que Chabolas.
Se trata de habitáculos que no reunen las caracterĂsticas y condiciones para ser calificados de viviendas, ni son susceptibles de convertirse en tales con una mejora de rehabilitaciĂłn o transformaciĂłn.
Están condenados a la demolición y en algunos lares hasta rendirán pingües dividendos a los usurpadores ya que las comunas pagan por la erradicación de esos núcleos en efectivo o con propiedades.
Bidonville en las afueras de ParĂs |
Seguramente ninguna agencia de turismo francesa dedicará un tour a la visita de las chabolas de la periferia de ParĂs, donde unas 4.000 personas desarrollan sus vidas.
AĂşn en el siglo XXI el Ayuntamiento de aubervilliers se ve obligado a lanzar un nuevo programa de inserciĂłn para sacar a más de 30 nuevas familias rumanas de la miseria. Ver aquĂ
Y los asentamientos en las afueras de ParĂs permanecen y crecen con las oleadas de inmigrantes.
Si buscamos en Madrid encontraremos cosas similares como el actual poblado de la Cañada Real en Madrid que es una sucesiĂłn de construcciones ilegales y chabolas a lo largo de 15 kilĂłmetros de recorrido. Se extiende desde la Avenida de la Cañada de Coslada hasta el lĂmite municipal de Madrid y Getafe, atravesando los tĂ©rminos municipales de Coslada, Rivas-Vaciamadrid y Madrid.
Chabola Cañada Real Galiana-Madrid |
Tampoco hay un tour que las recorra como ocurre con las favelas de Brasil.
¿QuiĂ©n conoce el lado pobre de BerlĂn, el que no aparece en los folletos turĂsticos? La ciudad goza del raro honor de ser la Ăşnica gran metrĂłpoli alemana donde existe un miserable terreno repleto de chabolas de cartĂłn y hojalata, un microcosmos de la pobreza copiado de las famosas favelas de Brasil. La Ăşnica favela que existe en todo el territorio de la primera potencia econĂłmica de Europa comenzĂł a ser construida hace casi dos años en una zona de Kreuzberg que a partir de los años setenta fue bautizada como la pequeña Estambul, a causa de la poblaciĂłn turca que llegĂł al paĂs y eligiĂł este barrio para vivir.
Chabola en Berlin Kreuzberg |
Tampoco hay visita guiada como en la Villa 31 de Buenos Aires.
Chabola en Londres |
Éstas dos fotos, la de arriba y la de abajo podrĂan ser escenas del Tercer Mundo ya que las familias se ganan la vida en refugios improvisados en medio de la inmundicia de un vertedero de basura, sin embargo se trata de un antiguo campo de fĂştbol del Hendon Football Club en un frondoso suburbio de Londres.
AllĂ hay más de 50 rumanos que viven en chozas destartaladas hechas de madera de desecho, escombros y plástico – a pocos metros de los campos de juego y casas de familia de £ 400.000.
Desde hace más de dos años, los migrantes de la región de Transilvania de Rumania han estado viajando al sitio en Hendon, ya que encontraron trabajo en la capital.
Han ocupado las lagunas tras sortear una valla de 10 pies alrededor del sitio – haciendo caso omiso de las señales de advertencia en rumano – para hacer su casa en el campo a pesar de que no tienen agua corriente, electricidad o saneamiento y estar al lado de montones crecientes de basura infestadas de bichos.
Ellos hurgan en la basura en busca de ropa para vestir o cosas para vender y asĂ poder comprar comida.
Chabola en Hendon Football Club London |
Por las dudas si piensa ir de visita a Londres, para estos sitios no hay visitas guiadas.
Seguir con la lista es inĂştil e interminable, y usted debe haber comprendido que aĂşn conociendo Ă©sto LatinoamĂ©rica sigue contando con las chabolas más grandes y permanentes del sistema solar. Pobreza que atrae a turistas tanto en Brasil como Argentina. Un submundo creador de poesĂa, literatura y vertientes musicales de lo más variadas, por no mencionar la parte sĂłrdida de la historia.
Pero aunque le sea difĂcil de aceptar, nosotros no fuimos los inventores. La inmigraciĂłn lo hizo posible desde que los gitanos deambularon por Europa o las guerras y hambrunas obligaron a paĂses enteros a iniciar su propia diáspora.
No existe paĂs del mundo que no cuente con un vergonzante asentamiento precario construido por aquellos que intentan subsistir en condiciones infrahumanas.
Y allĂ no se hace turismo. Es una cuestiĂłn de decoro.
Taluego..
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