Conductores fantasma

Un camión ingresa a más de 120 km por hora en contramano en una autopista de la provincia de Mendoza. Recorre más de diez kilómetros contra el sentido de circulación hasta finalmente impactar de frente con un ómnibus donde debido al impacto y posterior incendio fallecen 17 personas. 9 efectivos policiales pasan a disponibilidad por no haber obrado en consecuencia al recibir las denuncias de quienes hasta filmaron la macabra secuencia. ¿Podrían haber hecho algo? Por lo general no. Los tiempos no son suficientes salvo que se lo detectara antes de su ingreso a la autopista, como muchos aseguran haberlo hecho y denunciado ante la indiferencia policial. Pero el drama tiene un solo culpable, no se trata de un accidente, se trata de homicidio y el arma, que en este caso era un camión, estaba siendo esgrimida y manejada por una persona alcoholizada (2.32 ml. de alcohol en sangre). 

Se trata de un "conductor fantasma".  Un apodo poco conocido en castellano que habla de alguien que usted no ve venir pero avanza con la muerte junto al volante.

Algunos aseguran que en territorio alemán existen dos casos por día, mientras que otras cantidades en tiempos más dilatados son mencionadas tanto en Francia, Inglaterra y Austria. Puede que sea una exageración, pero lo cierto es que las múltiples medidas de seguridad que se aplican en aquellos países pueden llegar a ser necesarias y útiles también aquí.

Ya por el año 1989, cuando el muro aún estaba cayendo, pude vivir ese tipo de experiencia en las autopistas alemanas. De tanto en tanto se emitía una alerta por la radio de servicio de la autopista, avisando que existía un peligro inminente en la forma de un conductor que circulaba en contramano, entre tal y cual acceso a la autopista. Incluso en los carteles electrónicos se alcanzaba a publicar un aviso similar.

Gost driver, Geistfahrer, Fahrfalsch o en castellano el poco descriptivo Conductor Fantasma , son algunos de los nombres que se les da a quienes conducen sus vehículos a contramano y que en general se trata simplemente de personas bajo los efectos del alcohol,  víctimas de señales ilegibles por daño o mal estado del clima, que no prestan atención, se perdieron una salida e intentan retomar el camino, unos pocos suicidas y una buena cantidad de irresponsables que se juegan la vida en apuestas por dinero o valentía.

Claro que el tema tiene que ser más complicado. Yo mismo he cometido algún error y he circulado 10 segundos en contramano por señalización deficiente o descuido propio. Pero nunca más que eso. Doy la vuelta de la manera más segura posible y sigo el sentido del tráfico hasta poder bajar de la autopista. De no mediar algún tipo de intoxicación resulta imposible creer que alguien no se percate que todo el mundo le hace señas de que está conduciendo hacia una inminente catástrofe.

Tan increíble parece que hasta el humor cotidiano ha alcanzado a este tema y olvidando que en la historia existen muchos muertos, cuentan que una persona mayor conducía por la autopista cuando su mujer lo llamó por teléfono para avisarle que había un loco circulando en contramano justamente en el recorrido que él estaba haciendo , a lo que el marido le contestó que ya lo sabía, pero que no era tan solo uno, eran cientos...

¿Puede alguien en la vida real llegar a estar tan desconectado del medio circundante como para no darse cuenta? Si, de ser involuntario y no de una apuesta o suicidio, evidentemente se trata de un caso de intoxicación y son cada vez más evidentes los casos en que este tipo de tragedia viene acompañada del consumo de alcohol, cocaína o similares.

Las medidas a tomar van desde la perfecta señalización de los accesos, hasta la colocación de vallas dentadas de una sola mano en los mismos. Desde el aviso inmediato por la radio de servicio de la autovía, al cierre inmediato de los peajes. No importa si no se logra evitar la tragedia, porque peor es no haber hecho absolutamente nada.

Existen al menos 17 razones para intentarlo.

Taluego.