Como quien no quiere la cosa y para jugar un rato el otro día me fui a medirme un auto. Si, resulta que mi carroza ya está cumpliendo la mayoría de edad de los autos y corresponde que le de alas y lo eche de la familia como lo haría con cualquier hijo ya crecidito. A ver si a los treinta va a seguir viviendo a costillas de papá...
La cosa es que en casa profesamos un evidente odio hacia los intermediarios. Si, dije odio y me quedo corto. Es más, pensamos que si se prohibieran esos tipos que le van agregando precio a todo sin proveer ningún servicio a cambio, casi tres cuartos de la población argentina perdería su empleo y los precios caerían a menos de la mitad.
Usted va a comprarse cualquier pitufo y tiene que esperar que un tipo totalmente innecesario en la cadena de comercialización se digne atenderlo, luego lo atienda mal y para colmo ni siquiera le ofrezca alguna financiación o asesoramiento adicional que justifique su presencia. Casi un impuesto a la compra que uno paga por la existencia de estos seres de camisa blanca que esperan su comisión a cambio de poner cara de orto y quejarse de lo estúpidos que son todos los clientes.
En las librerías, salvo que sea el dueño, los vendedores apenas saben leer de corrido, menos nos van a poder asesorar para hacer algún regalo.
En las casas de electrodomésticos los susodichos ni siquiera leen los manuales de usuario o tienen idea de cuales son las características básicas del producto. Se limitan a chusmear con sus compañeros todo el día e ingresar las compras en la PC e indicarle a uno la caja y la zona de entregas (que tienen carteles que hacen innecesaria cualquier indicación)
¿Y las inmobiliarias? esos si que son los mayores chorros. Se llevan casi un 5 % de la transacción total sin mover un dedo y encima antes de la escritura. Usted firma el boleto, todavía no es dueño del inmueble y los cuervos ya están reclamando la comisión a vendedor y comprador como si realmente hubieran hecho algún trabajo a cambio. Ni le cuento de los seis alquileres que se llevan como pago en un simple contrato de locación.
¿Dónde estará Dexter cuando uno lo necesita?
Que quiere que le diga, yo soy del tipo autoservice , pues al menos los repositores y las cajeras se ganan el sustento decentemente.
La cuestión es que como le decía me fui a medir un auto porque a esta altura de la vida no me engaño con dietas milagrosas y no es cuestión de enamorarme de un modelo que después me ande mal de sisa.
Me voy con la patrona a una reconocida agencia de la calle Córdoba que nombraré como La Romboidal (ni rombo ni óvalo), entro y lo primero que veo son casi ochocientos metros cuadrados de vacío ostentoso, un guardia y quince vendedores haciendo huevo.
Si, si usted compra autito ahí, les paga el sueldo a cada uno de los señores por el solo hecho de usar camisa blanca y corbatita además de tomar café todo el día.
Para serle sincero y que no piense que fui discriminado por mi apariencia, si bien no me fui de traje como antes, usaba mi look de pantalones cargo, remera y zapatillas Reebok de treking. Pinta de turista extranjero, bah.
Encaramos para el lado de la corbata más cercana quien nos indica que él no nos puede atender (¿?) pero que el guardia que pasamos de largo porque no pensamos que fuera una de sus atribuciones atender a los clientes, nos indicará mejor.
Encaramos al guardia y él por encima del hombro le pregunta con un levantamiento de cejas al mismo tipo "¿que con quién se supone que nos tiene que mandar?". Le hace una seña al del fondo que andaba medio perdido contando las baldosas del pasillo y ya hemos usufructuado los inestimables servicios de tres tipos que están al pedo en la agencia y por la vida , aunque aún no hemos ni comenzado con la primera de nuestras preguntas.
El tipo no nos saluda. Nosotros le ofertamos la mano como indicándole su olvido. Mientras nos la estrecha espero alguna pregunta tal como: ¿En qué puedo ayudarlos? o ¿Qué les puedo mostrar?, pero no, el pelotudo se queda callado a la espera de que nosotros le hagamos el trabajo.
-Queríamos ver la camioneta esa nueva que están promocionando...-
-Ah, si, esa...-señala-... mire...
nos vamos para donde está la máquina (El tipo no nos sigue) y le damos la vuelta alrededor ya habiendo leído todas sus características técnicas, precios y planes de pago.
-Muy buena. ¿Ésta sería la...
-..la Privilege- Dice acercándose.
-¿Y cuales son las características de la Privilege?- le digo como para aflojarle la lengua y que trate de hacer la venta.
-Es de dos litros y no es 4x4...
Silencio...
Nos quedamos esperando algún dato más pero parece que junto con esa información se le terminó todo el entusiasmo que tampoco nos había demostrado hasta el momento.
Mi mujer le dice - ¿Puedo entrar?- mientras yo le pongo el ojo a otro auto de lujo en el fondo.
-Si, entre. ¿Cuántos son de familia?
Ya cuando los vendedores preguntan más de lo que responden me pongo en alerta con la faca en la mano.
- Cuatro-
-Y el modelo aquel de lujo vale lo mismo no? - le digo sabiendo la respuesta
-Si, pero es otra cosa. - me dice mientras me sigue- ¿Ustedes para qué lo quieren? Porque son cosas bien diferentes...
-Nos gusta la camioneta porque ya nos resulta incómodo agacharnos para entrar o salir, pero es ruidosa y dura para la ruta. ¿Vio que duros son los asientos? Mejor en una de esas es el auto, porque es más cómodo y silencioso- Le dije mientras entraba en el auto pegándome un golpazo en la cabeza por lo bajo que era el techo.
-Claro, lo entiendo- me dice el vendedor- Yo tengo uno de esos porque tiene seis airbags y ABS y como me gusta viajar con la familia (tengo cinco hijos) no hay nada mejor . Mire el espacio del baúl.
-Claro- le digo al salir golpeándome la cabeza por segunda vez y preocupado ya por una posible conmoción cerebral- pero me parece muy chico y opresivo el interior. Creo que me quedo con la camioneta...
-Buena elección, yo también tengo una porque me gusta viajar con los chicos y hacer turismo aventura. Claro, tengo el modelo 4x4 total por una diferencia de 10.000...
Mi mujer me miró resignada a tener que escuchar otra vez a los fabuladores del tengo esto o tengo aquello que no saben hablar de otra cosa y se olvidan sistemáticamente de sus mentiras quedando en evidencia en la primer oportunidad.
-Si, lo que pasa es que yo tenía una 4x4 -le dije levantando una ceja, gesto que hasta ahora nunca me sale bien porque termino arrugándome todo en el esfuerzo y levantando las dos- pero en realidad si uno no la usa sobre piedras gigantes en cualquier otro terreno sabiendo manejar se anda con cualquier auto que tenga un buen despeje...mire sino la F100, nunca se quedó en ningún lado ni fue 4x4...O un Rastrojero sin ir más lejos...
-Ah, pero si usted quiere "pertenecer" ésta es una buena camioneta para empezar. ¿Qué camioneta tenía antes?-
-Una rusita Lada Niva-
-No, nada que ver. Eso no es un auto. Yo también tuve una- (Ahí vamos otra vez al mundo de las fábulas casualistas)- , pero usted no puede comparar. Mire el baúl, el despeje. Tiene un motor de última generación de 146 CV... es una máquina que ni Steve Jobs se hubiera imaginado.
Me tentó a preguntarle si con las comisiones podía mantener semejante cantidad de autos, pero la mirada de la patrona me puso en guardia y la sospecha de que sacara un I-Pad 2 para mostrarme fotos de familia y este suplicio no terminara nunca, me frenaron en seco.
Tenemos un pacto de ignorar o asesinar de inmediato a los vendedores mitómanos y ella prefiere que los ignore. Yo sigo la onda Dexter pero sin éxito hasta el momento.
Tenemos un pacto de ignorar o asesinar de inmediato a los vendedores mitómanos y ella prefiere que los ignore. Yo sigo la onda Dexter pero sin éxito hasta el momento.
Le digo- ¿Por qué no me da los precios de los dos?-
Pasamos a la oficina.
Ni siquiera arrimó una silla para completar el dúo.
-Bueno- le digo de parado- el precio que publican en todos lados es de 95 y este otro modelo debe ser el de 101...
-Exacto- me dice- son 108 por el modelo chico y por el que usted vio son 118; y ahora, porque como vienen de Brasil y tardan dos meses en llegar es posible que ajustemos el precio al cambio oficial de esa época. Incluso creo que está por aumentar así que yo que usted me apuro con la compra.
Aún no entiendo porque dijo "exacto" si me cambió todos los precios.
Lo miré un segundo ya sin siquiera tener intensiones de responderle porque cuando uno detecta que lo intentan afanar lo mejor es retirarse y no armar mayor escándalo. ¿Debería ofenderme porque me tratan de pelotudo o ya es un comportamiento tan frecuente que nadie lo registra y es aceptado como normal?
-¿Y con el plan de ahorro previo "Rombovoide" ?- le dije sabiendo todo los datos de antemano por contar con los folletos en casa y haberlo consultado con la fábrica por Internet.
- No, para este modelo NO HAY, nosotros operamos únicamente en efectivo (cheque o transferencia) y crédito bancario,... que ya le digo en cuanto está....a ver... si 50% de interés en uno y 48% en el otro. Nosotros le damos los formularios y usted se encarga de hacer el trámite en los dos bancos con los que operamos.
Con la yugular a punto de reventar, pero tranquilo por haber obtenido mucha y mejor información en los diarios, Parabrisas y en Internet, lo saludé al señor a modo de despedida, no sin antes putearlo silenciosamente y por lo bajo.
La misión estaba cumplida. Me había probado los dos modelos aunque no tenían "Test Drive" y ya sabía que uno me quedaba mal de sisa. La plata ya veremos como juntarla pues tenemos cuatro años por delante con Cristina "la buena" quien nos asegura que con ocho sueldos seguro llego a un cero kilómetro.
El problema es que me gustaría comprarlo directo de fábrica o ir a un supermercado en donde luego de depositar el dinero en una cuenta bancaria me dieran una llave para retirar la unidad directamente de la playa de estacionamiento de la fábrica. Claro que lo debería pagar mucho más barato, ya que eliminaría a todos estos inoperantes, transportistas y estafadores que van agregando porcentajes al precio original a medida que van tocando el producto y sin haber provisto ninguna ventaja con su presencia.
Para ser vendedor hay que tener habilidades especiales, a saber, ser simpático, disfrutar del contacto con la gente, estar dispuesto al diálogo y facilitarle las cosas al adquiriente para que sienta que está siendo bien atendido y tratado. Al menos deberían aprender el manual de usuario y las características técnicas ya que cualquier comprador va medianamente preparado.
Lamentablemente cuando el negocio funciona bien lo primero que aflora son las malas maneras de esta gente, mientras que cuando están al filo de la quiebra se desviven por tratarte mejor.
¿No será hora que truene el escarmiento?
¿No será hora que truene el escarmiento?
Taluego.
Tenìas una Niva? jajajajaja!!
ResponderEliminarYo tuve una Samara, hace años.
Andaba bien.
Un abrazo.
Parece que lo este viviendo, sentada en una esquina de la tienda, y diciendo !ay! a cada golpetazo de cabeza en ese techo tan bajo.
ResponderEliminarLos vendedores, ya son otra cosa..quizá peor que los chichones, pero ellos se quedan en la tienda, y los otros se los lleva puestos.:-)
Una entrada llena de ese fino humor, que ya empieza a ser adictivo, para quien seguimos sus textos.
Un brazo, socio.
Don Gaucho. Si, la de la foto al final es la mía. La vendí en 48 hs. y a muy buen precio, me la sacaron de las manos porque estaba super bien cuidada y tenía muchas modificaciones de calidad.
ResponderEliminarSi tiene ganas vea la sección ¿Sabías que? de este sitio http://nivamania.es/00-inicio.htm
Un abrazo
Doña Noah. Hace poquito me quedé maravillado con un jugador de basquet americano que manejaba un Peugeot 206 por el barrio de Palermo. Verlo subir y bajar del pequeño autito con sus 2 metros veinte de altura y metro y medio de ancho era digno de un record Guinnes. Yo tengo las mismas medidas pero a la inversa y de atleta casi nada, imagínese como me quedar´ñia la cabeza.
ResponderEliminarUn cariño grande socia y no se distraiga mucho con las fiestas que la estamos esperando.
Uno se da cuenta en seguida cuando el vendedor al menos "sabe" de lo que está hablando o no. Es indignante ver al pibe de Frávega cuando le pregunto de una Notebook leer delante mío el cartelito que está pegado en vidriera, PERO ESO LO PUEDO HACER YO FLACO!!!!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo innecesarios que son los de las inmobiliarias, yo estoy en un Alquiler de Apartamentos en Palermo que conseguí por Internet y me salvé de pagar los 2 meses de comisión (como $10.000) por publicar el anuncio en Zonaprop y faltarle toda la info importante. Aunque tengo que reconocer que los vendedores inmobiliarios al menos suelen estar bien vestidos y le intentan poner pilas al speach y SONRIEN a diferencia de otros.
Saludos
Don Fernando. Gracias por avisarme que no soy el único en este club ;) Eso si mi amigo, me mandó un Spam de aquellos ¿eh?.
ResponderEliminarLe mando un gran abrazo y resistamos a los intermediarios.