El mejor amigo del hombre

Los pichichos son los mejores amigos del hombre. Al menos eso dicen. Lo correcto sería decir, "los pichichos son los mejores amigos de sus dueños o al menos de él y su familia, siempre y cuando lo reconozcan como macho alfa", pero es muy largo. Tal es así que varios perritos tipo Rottweiler aparecieron en casa de sus amos con medio brazo del vecino colgando de sus fauces a la espera de una cokie como recompensa. 

Yo les digo, pongan el timbre del lado de afuera.

Pero uno no sabe porque, pero adora a esto bichitos y los disfruta rogando que su dueño sepa mantenerlos a raya, no como esas señoras de 45 kilos que los sacan a pasear, o mejor dicho, ellos las sacan a flamear por la calle. 

Asesinos seriales sin bozal que se cruzan con Labradores bobos, Beagles malumorados y Boyeros pensativos de la mano de paseadores que se cagan en los ocho perros límite y te cortan la vereda o la misma calle con veinticinco perros o más. ¿Y si se asocian ilícitamente esos perritos , animalitos de dios? ¿Y si dicen, vamos todos payá y se llevan de trineo de carne al paseador? eh?. Diga que no se afiliaron a la CGT ni al FPV que sino se juntan y destruyen todo a su paso.

Ni qué decir de la alegría que me embarga cada vez que bajo del auto por la noche y siento la blanda sensación de pasta caliente escurriendo bajo la suela de mi zapato, mientras oleadas de ese perfume inconfundible me impregna hasta el alma. A cuantos transeúntes habrá visto mojando la suela de su zapato en la zanja de la vereda o frotando su suela en el pasto, la arena, el pasto otra vez, la ramita de árbol para desprender los restos, la zanja una vez más, el pasto y la arena de nuevo. Eso sí cuando llegue a su casa, cepillo, agua caliente y detergente para que al salir a comprar la pizza, la falta de iluminación en su cuadra lo haga patinar en las mismas excrecencias y otra vez de nuevo a empezar.

Pero queremos a los pequeños cagones. 

Si la culpa la tiene el dueño por no levantar las caquitas calentitas con una bolsita y después chuparse los dedos por descuido.

Ni que decir de los pequeños bichos histéricos de dudosas razas que se la pasan ladrando y saltando todo el tiempo. Ese tipo de minucias llamados Toy y otros peores de nombre mexicano que uno no sabe en que momento puede  pisar por descuido con las mismas consecuencias de pisar un sorete.

Y los meones?

Todos los perritos son bisexuales, las perritas no, esas son turritas, pero además mean levantando la patita, salvo los que salieron del ropero y se declararon públicamente gays, que mean sentados como las mamás perras.

No habrá puerta ni pared sin el chorrito científicamente mensurado para que la vejiga les dure unos cinco kilómetros de marcas territoriales. !Que poder de continencia mi dios¡. !Quién pudiera¡. Yo digo que la ciencia debería investigar esta capacidad mingitoria y desarrollar una pastilla para la tercer edad.

Claro el perro mea y le está diciendo a todos, yo estuve aquí, ! Ojo ¡.

Entonces cuando un perro te mea la rueda del auto, en realidad está ampliando sus horizontes. Con una sola meada puede reclamar el trayecto Buenos Aires - Córdoba, sin necesidad de cansarse ni gastar en colectivo.

Y los nombres que les ponen? Antes les ponían Colita, Lobo, Dogy, Satán, Negro, Pancho, etc, ahora son Andrés, Margarita, Lorena, Florencia, Gastón ... que si les pegan el grito desesperado cuando se les escapan uno cree que están por atropellarle al hijo. Ni que decirle si usted se llama igual... flor de bajón¡

Mire, nada más lindo que una lengua chorreando baba que se acerca a su cara en un beso perruno lleno de amor, o el recibimiento cálido cuando usted llega del trabajo y sus enormes patas embarradas se posan sobre su camisa blanca, ni que le digo del olor de sus flatos en el auto cerrado en medio del invierno o el aliento a carne molida atrapada semanas atrás entre sus dientes.

Estos bichos sin lugar a dudas son los mejores amigos del hombre.

Taluego