Criarse en los suburbios tiene sus pro y sus contras. Si uno se pone a recordar su infancia es posible que recuerde cosas que en su momento no supo valorar. Para ser más claro, poder dormir con un frasco lleno de bichitos de luz cazados con tu papá no tiene precio y es un imposible en las zonas densamente pobladas.
Pero en estos dÃas la simple pregunta de un pariente cercano me acercó a aquellas noches de estÃo donde uno podÃa pasarse horas a oscuras y sin televisión.
En la casa de al lado habÃa una perra de caza, una Pointer inglesa que por la noche se ponÃa a ladrar intermitentemente para interrumpir mi sueño. Cuando uno le ponÃa un poco de atención escuchaba a un segundo perro que le contestaba y entablaba un diálogo que en algunas oportunidades parecÃa una repetición de la serie de ladridos que la habÃa iniciado. Por lo general al poco tiempo se unÃa un tercer ladrido , mucho más lejano, que parecÃa contradecir a los dos anteriores que lo incluÃan de inmediato en la conversación. Y asÃ, entraba otro y otro y otro, hasta que se iban retirando o uno se quedaba dormido con el arrullo de ese soliloquio perruno.
Uno tenÃa la certeza de que estaban hablando y que sólo hacÃa falta un intérprete como César Millán, el famoso encantador de perros.
Si en lo cercano los perros hablan con sus olfatos e interpretando la energÃa circundante, en la lejanÃa el ladrido tiene que tener una interpretación similar.
Asà que si los perros hablan, lo que tenemos que hacer es entender el lenguaje con el que se comunican.
En GuiaDog dicen que ya tienen el tema solucionado. Que el lenguaje de ladridos que usan los perros puede traducirse asÃ:
Ladrido breve en tono alto: significa sorpresa.
Ladrido único y alto: Indica curiosidad o alerta del perro.
Ladridos continuos y rápidos de fuerza intermedia: Problemas, alerta, alguien invade el espacio del perro.
Aullidos continuados y lentos en tono bajo: Los perros están preparados para defenderse de peligros cercanos o invasores del territorio.
Ladridos muy rápidos con pausas cada tres o cuatro latidos: el perro te está pidiendo que investigue porque avisa de peligros cercanos.
Ladridos prologados e ininterrumpidos de tono muy fuerte, con intervalos muy espaciados entre cada uno: el perro, pobrecito, clama que está solo y necesita compañÃa.
Ladrido breve de tono intermedio: AlegrÃa. El perro dice que está feliz.
Aullido breve y alto: Miedo o dolor muy fuerte. El perro dice AY por pisar mal o por un susto.
Ladridos muy agudos y con urgencia: Suenan a desesperación pero nuestro amigo perro está liberando tensiones.
Claro que no vamos a poder traducir un poema de Neruda, ni lograr un Nietzche perruno. Se me hace que hemos entendido el lenguaje de los delfines mucho mejor que el de nuestros más cercanos amigos.
Asà que no estoy de acuerdo.
Para mà los perros de mi infancia estaban comentando el partido de River/Boca, en una parte justo antes de quedarme dormido, hasta les entendà lo bien que habÃa atajado Amadeo Carrizo.
Porque, le juro, estaban hablando.
Taluego.
Le robé algunos datos a http://www.guiadog.com
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