Al pensar en los orĂgenes de la literatura del vampiro en el mundo occidental, es probable que usted piense en el DrĂ¡cula de Bram Stoker, esa obra maestra que ha definido el gĂ©nero desde que fuera publicada hace mĂ¡s de cien años.
Sin embargo, años antes de que Stoker se obsesionara investigando para su libro, otra historia de vampiros habĂa sido escrita en Irlanda . Se trata de Carmilla , una novela de Joseph Sheridan Le Fanu, que se podrĂa dar en llamar la primer novela de vampiros de la Europa moderna.
Escrita en 1871, la novela es un relato en primera persona de Laura, una joven inglesa que cae presa de una bella vampiro. Laura nos habla de un curioso incidente que trae a su casa a un ser extraño llamado Carmilla. Cuenta que delante del castillo donde vive, el carruaje de una dama sufriĂ³ un accidente, y su hija, que tambiĂ©n viajaba con ella, queda inconsciente. Como la dama no podĂa perder tiempo y debĂa seguir viaje, la joven es recibida en el castillo Hollis hasta que su madre vuelva a buscarla. Laura y la joven, Carmilla, traban amistad, a pesar de que la nueva inquilina muestra rarezas en su comportamiento: se despierta despuĂ©s de mediodĂa y se encierra en su cuarto sin dar señales de estar en Ă©l.
Al principio, Laura le tiene miedo a la reciĂ©n llegada, porque se ve exactamente como un espectro que habĂa visto en una pesadilla cuando era niña. Laura , que vive con su padre y unos criados en un antiguo castillo en las lejanĂas de Estiria (Austria), recuerda un sueño en el que estaba dormida en los brazos de una joven muy similar y se despertaba al sentir dos agujas clavĂ¡ndose en su cuello. Pero esos sentimientos desaparecen rĂ¡pidamente y son reemplazados por una relaciĂ³n ardiente que florece en intensidad.
Mientras Carmilla reside en el castillo, surge el pĂ¡nico entre las doncellas de los pueblos cercanos que se ven afectadas por una misteriosa enfermedad que les causa la muerte. Con el tiempo, la propia Laura se enferma, y tiene pesadillas recurrentes de un gato gigante que la ataca en la noche.
Como un extraño giro del destino, un general que ha perdido a su sobrina por la misma enfermedad viene a visitar al padre de Laura. Él es conocedor de la realidad de los vampiros, y estĂ¡ a la caza de Millarca, como serĂa el verdadero nombre de Carmilla. Cuando los dos inesperadamente se encuentran cara a cara, se produce una pelea y Carmilla, ahora expuesta, termina huyendo.
DespuĂ©s del incidente, Laura es llevada de vuelta y vigilada por varias personas. Mientras tanto, su padre, el general, y un cazador de vampiros encuentran la tumba escondida de Carmilla, le clavan una estaca en el corazĂ³n, la decapitan, y queman sus restos. Laura recupera su salud, aunque nunca plenamente, y sigue siendo perseguida por el recuerdo de Carmilla por el resto de su corta vida.
Casi todos los relatos de vampiros tienen la estructura bĂ¡sica de Carmilla, empezando por la parte de “ataque” pasando a “muerte – resurrecciĂ³n” por parte del vampiro, y finalmente a la parte de “caza – destrucciĂ³n” donde la criatura es perseguida para destruirla.
En realidad Le Fanu tampoco fue muy original ya que se basĂ³ en la legendaria historia de la hermosa Condesa Elizabeth BĂ¡thory ("la Condesa Sangrienta") para crear a la bellĂsima Carmilla (Condesa Mircalla): detalles como la descripciĂ³n fĂsica de Carmilla, el oscuro carruaje en donde pasea por la noche para seducir a sus vĂctimas, su tutora (madre o tĂa) muy parecida a Dorotoya Csentens (Darbula), o que Mircalla fuera la Ăºltima de su dinastĂa maldita, ejemplos evidentes y similares entre historia real y literaria, al igual que el lesbianismo o bisexualidad de los personajes real y ficticio, o la apariciĂ³n del gato en ambos casos, ya que se decĂa que en el Castillo de Elizabeth Bathory habĂa un ejĂ©rcito de diabĂ³licos gatos negros que ella conjuraba, y adquiriendo, segĂºn se cuenta, la forma de Ă©stos para atacar, tal como hace Carmilla.
Hay que hacer hincapiĂ© en el aspecto fĂsico del personaje real y el literario: dama perteneciente a la alta nobleza, con un elegante porte que roza la melancolĂa, pelo exquisitamente largo y negro, grandes y oscuros ojos felinos llenos de misterio, boca roja sensual y menuda, y dedos como agujas.
La mayorĂa de los estudiosos coinciden en que Carmilla ha influenciado fuertemente a DrĂ¡cula , ya que varios elementos de la primera aparecen en este Ăºltimo, aunque modificados o ampliados. La estĂ©tica de la mujer vampiro, por ejemplo, es muy similar en ambas historias. Tienen mejillas rosadas, ojos grandes, labios gruesos, y sensualidad casi irresistible. TambiĂ©n estĂ¡ el cazador de vampiros que llega al rescate e imparte su conocimiento de la oscuridad sobre las confusas vĂctimas . Incluso el marco narrativo de la obra maestra de Stoker es bastante similar al de Le Fanu; las vĂctimas relatan en primera persona.
Pero lo que hace a Carmilla tan entrañable no son sus similitudes con otras obras del gĂ©nero, sino sus diferencias. Lo mĂ¡s notable es el hecho de que la historia se centra en torno a dos personajes femeninos, cuya relaciĂ³n se complica por los matices de color de lesbianismo apenas velado.
La novela fue escrita durante la Ă©poca victoriana, un perĂodo conocido por sus estrictas leyes morales y represiĂ³n sexual, por lo que no es de extrañar que las novelas de vampiros ahondaran en Ă©stas. La premisa de estas novelas es que incluso el mĂ¡s puro de corazĂ³n no puede resistirse a la seducciĂ³n sobrenatural. Esta idea era muy atractiva para la clase alta victoriana, especialmente para las mujeres, cuyos deseos han sido siempre refrenados rĂgidamente.
En casi todas las historias de vampiros, las mujeres son presa fĂ¡cil y son asesinada, a menos que los hombres en sus vidas vengan a su rescate. Como tal, el propio vampiro proporciona al mismo tiempo una salida para los deseos sexuales reprimidos y una lecciĂ³n moral sobre el peligro de sucumbir a tales deseos.
En este sentido Laura es la vĂctima perfecta de la literatura vampirica. Ella es a la vez repelida y atraĂda por el vampiro, tanto que prefiere sucumbir a retirarse de sus sentimientos por una criatura tan extraña y hermosa. Y el hecho de que la hermosa criatura sea una mujer irresistiblemente encantadora sĂ³lo hace que sus sentimientos sean mĂ¡s confusos.
"ExperimentĂ© una emociĂ³n extraña, tumultuosa y placentera, que de vez en cuando, se mezclĂ³ con una vaga sensaciĂ³n de miedo y asco. [...] Yo era consciente de un creciente amor , adoraciĂ³n, y tambiĂ©n repudio ".
Laura no estĂ¡ sola en sus sentimientos. Si bien se nos da a entender que la mayorĂa de sus vĂctimas son de importancia para ella, Carmilla estĂ¡ genuinamente enamorada de algunas de ellas. Ella parece haber sucumbido por su vĂctima.
"Con ojos lascivos me atrajo hacia ella, y sus labios calientes viajaron a lo largo de mis mejillas en besos; y ella susurro, casi en sollozos, "Eres mĂa, tĂº y yo somos uno para siempre. '"
En este momento de frenĂ©tico Ă©xtasis implica que para que se conviertan en uno, Laura debe morir. Al beber la sangre de Laura se convertirĂa en uno con ella para siempre. En su forma actual, Carmilla es la antĂtesis del mundo heteronormativo y no se centra en el hombre al que los vampiros estaban acostumbrados despuĂ©s de DrĂ¡cula . Carmilla ha inspirado varias remakes, asĂ como una gran cantidad de cuentos de vampiros lesbianas, incluyendo una serie web canadiense del mismo nombre.
Teniendo en cuenta el contexto histĂ³rico, no es de extrañar que la novela no ganĂ³ mucha atenciĂ³n cuando fue escrita. Ahora que han pasado 145 años, es el momento en que Carmilla se levantarĂ¡ de la tumba.
Fuente: http://www.atlasobscura.com/ y Wikipedia
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