Padres maricones

De entrada le aclaro que, aunque disfruto de las expresiones de cariƱo como cualquiera, no me gustan los padres que exteriorizan sus sentimientos de manera que puedo calificar como empalagosa y en consecuencia a los hijos que desarrollan similares caracterƭsticas. Eso de andar regalando sin ton ni son miles de "te amos" por la red, el telƩfono o la calle, me revuelve las tripas y diluye cualquier sentido que la frase pudiera llegar a contener. Es que cuando era pibe, el verbo amar tenƭa una de dos connotaciones: o llevaba un sentido religioso y tenƭa que ver con el amor a una deidad, o era algo referido al sexo y parƔ de contar. Lo usual era que uno le dijera a un pariente que lo querƭa o que lo querƭa mucho, pero nunca que lo amaba. Ni a la vieja se le decƭa semejante cosa. A ver si lo llevaban al loquero por un Edipo mal resuelto.
No sĆ© cuando comenzĆ³ esta moda de amariconarse con los hijos , pero cuando yo era pibe mi viejo me daba un beso al irme a dormir y yo sabĆ­a cuanto me querĆ­a tan solo porque cada dĆ­a regresaba a casa y se preocupaba para que a nosotros no nos faltara nada.
Incluso cuando te metĆ­as en kilombos o necesitabas una mano siempre estaba ahĆ­ dispuesto a ayudarte y sabĆ­as que lo hacĆ­a porque el corazĆ³n no le entraba en el pecho de tan grande y generoso que lo tenĆ­a.
Ɖl pensaba que la mayor demostraciĆ³n de afecto que te podĆ­a dejar de herencia era una buena educaciĆ³n y que supieras desenvolverte solo en la vida. Nada de besos , abrazos y te amos.
No me jodan que engrano.
Ese era el amor paternal que yo entiendo y que no necesitaba de declaraciones rimbombantes ni ser pegado por un dƭa en alguna pƔgina de Facebook para que alguien se lo crea.
Claro que eran Ʃpocas de roles bien definidos donde la madre asfixiaba en cariƱo como gallina empollando huevos, mientras el viejo te miraba crecer de lejos y de a ratitos, cuando podƭa. No como ahora.
Te portabas bien bajo la amenaza "mirĆ” que le cuento a tu padre cuando vuelva a casa" y te dabas cuenta que era algo grave porque ya no era papĆ” ni papito, era "tu padre".
Arriba a las 5 de la matina, dƭa corrido de trabajo para volver a las 8 de la noche, baƱarse, comer, un poco de tele y a la camita, no le quedaban muchos minutos para dedicarte, pero eran suficientes. O tal vez era que los disfrutabas y valorabas mƔs.


Los papƔs de hoy parecen hƭbridos ubicados en un gƩnero intermedio entre una madre y un padre.
Ya desde el vamos tienen que cambiar paƱales, hacer mamaderas y tener la sensibilidad apropiada para saber si el nene llora por hambre o porque no rindiĆ³ alguna materia.
Con suerte se tratarĆ” de algĆŗn matrimonio donde los dos, hombre y mujer trabajan y resulta comprensible que las tareas sean compartidas, pero hay infinidad de mujeres que no quieren trabajar ni a palos y hacen de sus esposos madres perfectas.
Mientras ellas se encuentran en el Gym, el Spa o tomando el tƩ con amigas, el marido deberƔ pedir horas compensatorias para llevar y traer al bebe a la guarderƭa sin que le bajen el sueldo o lo despidan.
Al tipo falta que le salgan tetas y ya estarĆ­a completo.

 
Claro, cuando el pibe sea grande seguramente sus padres ya se habrĆ”n separado y el mocoso de 38 aƱos serĆ” un nene de mamĆ” pensando que su vieja desperdiciĆ³ los mejores aƱos de su vida en Ć©l mientras su viejo se la pasaba culeando de mina en mina.
No, que quiere que le diga, los roles son importantes y saber cuidarlos es un deber. La madre debe cuidar y mimar y el padre tiene que dar alas, ayudar al hijo a que corte el cordĆ³n y se anime a no cometer los mismos
errores que su padre. Como que no somos cucarachas que ya salen aprendidos
No, la verdad que la cartelerĆ­a de Facebook con tanto "Te Amo Hijo" o cosas parecidas me parece una mariconada. Un padre demuestra cada dĆ­a cuanto quiere a su hijo simplemente cagĆ”ndolo a pedos cada vez que mete la pata. 

Para eso estamos.

Taluego.

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