No me quedan dudas que en esta nueva era que nos toca transcurrir el paradigma a cambiado a que uno es lo que posee. De allĂ la insana competencia por consumir y comparar eternamente con parientes y amigos a ver quien tiene lo más caro o con marca más conocida. Pareciera que desde los 80 para acá se ha impuesto una perversa moda que a muchos les consume todas las energĂas y los hace auto evaluarse en base a lo que tienen, a tal extremo que cuando se ven privados de sus cosas suelen terminar al borde del suicidio o dando un paso adelante.
Los gobiernos de casi todos los paĂses del mundo intentan lo mismo. Al igual que antaño un banco debĂa construir el edificio más sĂłlido e imponente para generar confianza en sus clientes, asĂ los gobiernos intentan hacer ostentaciĂłn de aquello que resulta moda o es lo más caro que se pueda conseguir.
El Audi A8L viene siendo uno de los autos más elegidos por los gobiernos para transportar a sus presidentes. Desconozco si la marca hace tratos especiales para obtener algún beneficio, pero lo cierto es que Audi fue ocupando las primeras magistraturas en clara competencia con los helicópteros presidenciales.
Argentina no es la excepciĂłn y es asĂ que vemos a la presidente movilizarse de un hospital a otro en varios modelos de la firma, incluido el mencionado Audi A8L. La mandataria que suele desplazarse en helicĂłptero o aviĂłn presidencial aĂşn cuando sea para hacer los mandados, es probable que piense que toda la poblaciĂłn puede darse lujos similares. Lo demuestra cuando menciona que a nadie puede interesarle a la 7 de mañana si hay un accidente en Panamericana, en clara crĂtica al noticiero de la red TN, simplemente porque ella lo pasa volando y desde allá arriba los problemas se ven chiquititos como hormigas.
Pero a la hora de ver quiĂ©n la tiene más grande aparecen serios competidores que hacen gala de algunos principios que los polĂticos tienen medio olvidados.
Es el caso del Franciscano Papa Francisco, ex Bergoglio, quien intenta traer a la realidad a aquellos que adoran al billete más que a su Dios. El pobre tiene muchas más almas a las que responder de sus actos que un simple presidente, pues, aunque sea la autoridad máxima del Estado Vaticano y lidere a más de 1.200 millones de fieles, es mucho más austero que una presidente que lidera a unos 40 millones de los que ella llama traidores cuando no la votan en su totalidad.
Sin embargo Francisco prefiere andar en aviĂłn de lĂnea, moverse en auto normal o bus, y cuenta como Ăşnico medio oficial a su gusto , con un Renault 4L usado, regalo de un amigo que ya no lo utilizaba en su diosesis.
La actitud de Francisco de predicar con el ejemplo apunta todos sus cañones hacia el desproporcionado derroche que hacen los mandatarios de todos los gobiernos mientras la poblaciĂłn se sumerge en el paro o tiene problemas de salud, vivienda o alimentaciĂłn, cosas que se deben asegurar antes de dedicarse al derroche de las riquezas que ha obtenido un paĂs, para comodidad propia.
El Renault 4 del Papa Francisco era conocido popularmente como Chivoleta, R4, 4Lobbo o Cuatro latas como le decĂamos por acá. Fue producido entre los años 1961 y 1992, y era el contrincante natural del CitroĂ«n 2CV orientados ambos al trabajo rural, o al menos a las necesidades de transporte del hombre de campo.
El equipo de diseño que lo imaginó estaba capitaneado por Robert Barthaud quién realizó un esfuerzo muy considerable para establecer una nueva idea de automóvil, apurado por la necesidad de alcanzar un ajustado precio de venta, dado el mercado al cual se apuntaba.
Digamos que desde sus inicios fue pensado como un auto para el pueblo trabajador y no para los estadistas.
Para 1961 el R4 abandonĂł el motor trasero clásico de los Renault y adoptĂł la soluciĂłn del CitroĂ«n 2CV de tirar por adelante, y como el R4 tenĂa un motor mucho más grande y de cuatro cilindros, que apenas consumĂa un poco más que el del 2CV, el Ă©xito parecĂa asegurado
En toda su vida se fabricaron más de ocho millones de unidades. Fue un automĂłvil que nunca pasĂł de moda, y sĂłlo el conflicto Balcánico logrĂł terminar con la producciĂłn de este vehĂculo en su Ăşltimo bastiĂłn.
Por el otro lado el Audi A8 es un automĂłvil de turismo del segmento F producido desde el año 1994. Es el sucesor del Audi V8, y estrenĂł el sistema de denominaciones de Audi compuesto por una A y un dĂgito, que luego usaron los demás bichos
El A8 tiene carrocerĂa sedán de cuatro puertas y motor delantero longitudinal. Existen versiones con tracciĂłn delantera o a las cuatro ruedas, con cuatro y cinco plazas, y con batalla corta o larga. Sus principales competidores son los BMW Serie 7, Jaguar XJ, Lexus LS, Maserati Quattroporte, Mercedes-Benz Clase S y Volkswagen Phaeton.
El vehĂculo de la presi tiene patente MZE 784 y es el segundo A8L que pasa por la flota presidencial. Anteriromente, la mandataria utilizĂł un ejemplar del mismo modelo, pero con patente GKG 369. Cuando asumiĂł su primer mandato, CFK usĂł un Audi A6 . Mientras al asumir el segundo mandato, viajĂł en un Passat CC , primo hermano de la marca.
El A8L 4.2 FSi Quattro mide 5,27 metros de largo y la letra “L” identifica a la versiĂłn con carrocerĂa “Limousine”, porque tiene una distancia entre ejes extendida en 13 centĂmetros con respecto al A8 normal, para ofrecer más espacio a los pasajeros de las plazas traseras. Lleva un motor V8 de 4.2 litros de cilindrada, con 372 caballos de potencia y tracciĂłn integral. Sus precios oscilan entre 178 mil y 186.500 dĂłlares .
El A8L 4.2 FSi Quattro mide 5,27 metros de largo y la letra “L” identifica a la versiĂłn con carrocerĂa “Limousine”, porque tiene una distancia entre ejes extendida en 13 centĂmetros con respecto al A8 normal, para ofrecer más espacio a los pasajeros de las plazas traseras. Lleva un motor V8 de 4.2 litros de cilindrada, con 372 caballos de potencia y tracciĂłn integral. Sus precios oscilan entre 178 mil y 186.500 dĂłlares .
En el paĂs denominado Granero del Mundo, principal productor de alimentos de la regiĂłn, aĂşn mueren miles de niños por desnutriciĂłn y pobreza. Todo eso mientras su presidente dilapida 180.000 dĂłlares, helicopteros y aviones, para su comodidad personal.
No es justo.
Yo voto al Papa.
Yo voto al Papa.
Taluego.
Para ser justos, tampoco hay que olvidar el auto del presidente de Uruguay Pepe Mujica.
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