Marino Santa María y la calle Lanin

Su patio de juegos ha sido la calle Lanin en el barrio de Barracas de la Capital Federal de Argentina. Más exactamente Lanin 33. Es allí donde su padre Marino Pérsico un pintor y ceramista de éxito allá por las décadas del 40 y el 50  le repetía que él no quería que pasase hambre convirtiéndose en pintor, y él por suerte no le hizo caso.
Santa María estudió en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano y luego en la Prilidiano Pueyrredón (Escuela Nacional de Bellas Artes) , donde se desempeñó como rector de la misma entre 1992 y 1998, cargo al que renunció para regresar a su activa vida artística.
En ese año encaró la instalación al aire libre de veinte fotos de cielos enmarcados, expuestos en el muro del ferrocarril que hace de barrera final a la calle Lanin , con otros veinte espejos apoyados en el piso que reflejaban el cielo real.
La exposición que se desarrollaba a escasos treinta metros de su casa se armaba y desarmaba cada día para preservar su integridad. Fueron más de 700 oportunidades de instalar y desinstalar la muestra, pero valió la pena.
Durante este período Santa María pintó la fachada de su casa-estudio reproduciendo el motivo de una de sus pinturas. Un par de vecinos entusiasmados con la idea le solicitaron hacer lo mismo con las de ellos, comenzando la remodelación y puesta en valor de las fachadas de 35 de ellas para convertir esa gris zona de la ciudad en una explosión de colores que ya nadie pudo parar.
Las descascaradas fachadas debieron ser prolijadas, las veredas fueron cambiadas por las que el artista eligió por ser predominantes por allí (baldosas vainilla de color amarillo) y la intervención urbana hizo su aparición casi como un hecho comunitario.
Para llevarlo adelante se logró un convenio entre el artista, la Fundación del Banco Ciudad, la Secretaría de Cultura Porteña, Alba S.A., UNESCO, MNBA y la Corporación Buenos Aires Sur. Dentro del mismo se encuentra también el taller convertido en galería de arte y espacio para conferencias.
Ya en el año 2005 Santa María comienza la remodelación de las mismas fachadas instalando un elemento adicional para hacerlas más perdurables. Los frentes pintados con esmaltes sintéticos industriales, comienzan a pasar a componerse de configuraciones de venecitas siguiendo los patrones originales. De esta forma, la obra resulta más perdurable y queda hasta cierto punto protegida de los vándalos y los elementos.
Hasta el día de hoy continúan los trabajos y Santa María lleva su idea a diferentes puntos de su identidad nacional. Así en su página web se pueden apreciar similares instalaciones en lugares tales como el Barrio de Once, dos cuadras del Pasaje Zelaya entre Tomás de Anchorena y Jean Jaures, Plaza Jauz en Río Cuarto, Córdoba, Fundación Cassará y en la Sede de la UTGHRA. Con motivo del Centenario del Club Atlético Boca Juniors, intervino las fachadas y veredas con mosaico veneciano sobre la calle Iberlucea entre Suarez y Brandsen, participó en la Cow Parade de Buenos Aires con la transposición de una canción de María Elena Walsh, pintó imágenes de Gardel, de gran tamaño, en las escalinatas de las tribunas del Centro Cultural Carlos Gardel, intervino artísticamente la Escuela Nº 3, La plaza Balbín y varios sitios más de la ciudad de Los Toldos.
Pero siempre sentirá que su mayor obra de arte ha sido aquél patio de juegos que era su querida calle Lanin, ahora tal vez convertida en un sentido homenaje  a su padre ceramista.
Museo al aire libre
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Calle Lanin


Las imágenes aquí incluidas obran a modo de ejemplo del trabajo de este gran artista argentino que transporta su arte al ámbito cotidiano.
Para mayor información dejo el vínculo a la Web de Marino Santa María mediante el botón Galería.
La nota completa con fotos ampliadas se puede ver en De Letras y Colores.
Taluego
Galeria

5 comentarios:

  1. Mirà que bueno.

    El museo al aire libre, no sufre de robos, o vandalismos?

    Saludos

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  2. buenísimo, ese barrio es bastante fulero. Un poco de color le viene bien.

    Saludos.

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  3. Don Gaucho: El museo ya no opera, pero mientras funcionó la gente del taller de Santa María, ponía, cuidaba y sacaba los cuadros cada día.Fueron en total 700.
    Don Mostro: Hay mucho movimiento industrial, escuelas varias y ahora reciclaron el edificio que está en el medio. Creo que ha mejorado un poco, pero ciertamente no es Villa Devoto.

    Un abrazo a ambos

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  4. Esa tan lindo ver que embellecen barrios que están olvidados o que se los tiene por marginales Quedan algunos con boulevares preciosos que no tienen nada que envidiarle a Puerto Madero en belleza seria bueno que las autoridades miren un poco hacia el sur la marginalidad solo se la combate con progreso. Bea

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  5. Bea: Muchas gracias por tan acertado comentario. En estos días se está tratando de proteger esta zona de nuevos emprendimientos inmobiliarios que construyen edificios de siete pisos en zona de casas.
    No hay ningún tipo de protección para los vecinos.
    Un saludo.

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