Como decĂamos en la Parte I, hasta 1841 las islas estuvieron a cargo de un oficial de la marina británica y en 1843 un acto del Parlamento estableciĂł una administraciĂłn civil encabezada por un gobernador inglĂ©s.
Nadie dijo nada y los Okupas nos tomaron las islas y poco a poco fueron vendiendo las puertas, las ventanas y el parket para que valiera la pena el asentamiento.
En estas Ă©pocas la Gran Malvina estaba deshabitada y solo quedaba algo de la gente de Vernet en Puerto Soledad.
Los barcos de cazadores de focas y ballenas visitaban esas costas principalmente para cazar ganado cimarrĂłn y recoger las ovejas que habĂan dejado engordando desde el viaje anterior. Poco a poco Puerto Soledad se convirtiĂł en un lugar para el abastecimiento y la reparaciĂłn naval, ya que resultaba oportuno parar en Malvinas antes de encarar el largo viaje por Cabo de Hornos.
En 1842 llegaron dos embarcaciones de Londres con 18 pobladores, ovejas y cerdos. En 1844 todos se mudaron a un nuevo asentamiento más al sur: Puerto Stanley, que en realidad consta de dos puertos naturales de muy buen anclaje y sin las problemáticas para manejar varios barcos que presentaba Puerto Soledad.
En 1849 llegaron 30 jubilados del cuartel de Chelsea como soldados y pobladores y 10 años más tarde llegaron como colonos otros 35 soldados de la Marina y sus familias. Muchos de los actuales pobladores de las Malvinas denominados aunque no les guste como Kelpers, son descendientes de estos grupos de pobladores.
La Isla VigĂa al norte de la Gran Malvina fue poblada en 1853 por misioneros con la intenciĂłn de ser base de sus actividades en la Tierra del Fuego. AquĂ se trataron de civilizar a los aborĂgenes patagĂłnicos denominados vulgarmente Onas, Yaganes, Haush y Alacalufes.
Otros colonos llegaron en 1867 y dos años más tarde toda la isla fue arrendada por solo ocho personas, quienes desarrollaban una Ăşnica actividad principal: la crĂa de ovejas para lana en las variedades Romney y Corriedale.
Como todo toca a su fin, las actividades relacionadas con la reparación y provisión de embarcaciones decayeron drásticamente debido a los precios extremos que cobraban los piratas isleños y que Punta Arenas como puerto de toma de carbón tuviera su auge desde 1870.
Luego de un tiempo de calma y prosperidad acotada, las islas atrajeron la atención durante la primera guerra mundial cuando el 8 de diciembre de 1914, durante la Batalla de Malvinas, una escuadra británica enfrentó y destruyó la potencia naval alemana en el atlántico sur. El comandante alemán Graf von Spee y sus dos hijos perecieron a bordo del Scharnhorst.
Curiosamente casi 25 años más tarde, tres cruceros que tenĂan base en Malvinas, pusieron en aprietos en el estuario del Rio de la Plata al acorazado alemán llamado justamente Graf Spee. El comandante alemán lo mandĂł a pique frente a una multitud reunida en las playas de Montevideo. Casi la totalidad de la tripulaciĂłn desertĂł de la guerra y pasĂł a formar parte de los habitantes del Rio de La Plata.
Poco ocurriĂł por esos lares hasta que en 1970 la Falkland Islands Company hizo saber que desafectarĂa del servicio al buque Darwin utilizado para recoger la lana y trasladarla junto con mercaderĂa y pasajeros entre Stanley y Montevideo.
Con el retiro del Darwin, el Ăşnico servicio de transporte entre Malvinas y el mundo dependĂa del AES, un buque dinamarquĂ©s que hacĂa el viaje a Londres dos veces por año.
La falta de comunicaciĂłn de Malvinas con el mundo fue el centro de las discusiones realizadas en Buenos Aires en 1971. Ambas partes , Argentina e Inglaterra, convinieron en mantener un status quo ante sobre el tema de la soberanĂa e hicieron una DeclaraciĂłn Conjunta donde L.A.D.E. (LĂneas Aereas Del Estado) proveĂa el transporte aĂ©reo y el Reino Unido proveĂa el servicio marĂtimo entre las islas y el continente. Se fijaron normas de comunicaciĂłn por correo y telĂ©grafo y crearon un documento especial para viajar entre los dos lugares.
El resultado fue un servicio aĂ©reo entre Stanley y Comodoro Rivadavia provisto por un anfibio Albatross pues no les habĂamos construido aĂşn la pista de aterrizaje en las islas.
En 1972 L.A.D.E. puso un vuelo regular vĂa Fokker con capacidad de 25 pasajeros entre Stanley y Comodoro merced a que el ejĂ©rcito ya habĂa instalado una pista temporaria en Malvinas.
En 1977 la pista temporaria se convirtió en definitiva, permitiendo vuelos con hasta 35 personas y el Gobierno Británico construyó otra pista y una terminal nueva.
Con estas conexiones al continente fueron muchos los intercambios que beneficiaron a los habitantes de Malvinas. Toda una campaña para caerles simpáticos que terminó trágicamente como todos sabemos. Los Kelpers consumieron todo argentino, llegaron los combustibles necesarios tales como el gas y el petróleo asà como automóviles, electrónicos,etc. Hasta se equipó un completo hospital comunitario.
Todo en balde.
Todo en balde.
Esa gente ruda, habĂa sufrido mucho para colonizar ese páramo y se sentĂa orgullosa de su origen marino e inglĂ©s.
Un 2 de Abril de 1982, todo pasó a formar parte de un pasado lejano, dimos vuelta una página peligrosa de la historia y ya nunca las cosas volvieron a ser como antes.
La reivindicaciĂłn argentina a las Malvinas se basa principalmente en el derecho de sucesiĂłn a los territorios controlados por España al producirse la independencia de la actual repĂşblica Argentina. Sostiene, además que sus representantes, quienes habĂan mantenido una ocupaciĂłn continua desde 1820, fueron desalojados de las islas por una fuerza británica en enero de 1833. Nada tiene que ver el tema del Mar Argentino ni de la Plataforma Continental ya que en la misma, si lo miramos bien, tambiĂ©n se encuentra ubicada toda amĂ©rica y deberĂamos reclamar a muchos otros paĂses.
El Gobierno Británico por su lado, mantiene que no cabe duda de su soberanĂa en las islas, y que ella está basada en el hecho de ocupaciĂłn continua, efectiva y pacĂfica desde 1833.
Si usted es argentino deberá aceptar que de haber permanecido Vernet en las islas difĂcilmente estarĂan ocupadas actualmente. Son un páramo sin utilidad práctica a menos que se cuente con una flota de guerra que domine las vĂas marĂtimas del atlántico sur o se trabaje en la pesca industrial.
SĂ, tienen valor polĂtico, en la medida de poder generar un sentido nacionalista en el pueblo argentino, sea usado para el bien o para el mal.
Hoy habitan las mismas más de 2200 Kelpers. En su momento los españoles y el mismo Vernet no habĂan podido superar los 100 habitantes.
PĂłngase una mano en el corazĂłn y dĂgame, si los británicos no las hubieran ocupado y no hubiera muerto ningĂşn argentino por defenderlas, cuantos habitantes cree que tendrĂan hoy ?.
En serio, siguiendo el tema del tĂtulo, tal vez se llamarĂan "Islas DesolaciĂłn"
Taluego.
Recuerde que este es un Blog de Opinión y chisme histórico. Siempre recurra a fuentes más idóneas para mejor información.
Fuente consultada: "Tierra del Fuego" de Rae Natalie Prosse Goodall, capĂtulo Islas Malvinas escrito por Susan LinnĂ©e Akin.
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