Fuente consultada: La Matrix

Estaba leyendo algo de información para armar uno de los ya clásicos post sobre inventores luego de deleitarme con un post de La Maga de  Lioncourt cuando de improviso veo a Laurence Fishburne vestido de Morfeo que me ofrece a elegir entre dos cápsulas de tipo medicamentosa y así ver la realidad o seguir con la mentira instalada por la Matrix. 

(Si no vio The Matrix pare aquí, y si quiere, véala en cualquiera de los sitios de películas gratis en Internet y vuelva que yo lo espero con un mate.)

¿Ya esta? Bueno, seguimos.

Debo confesar que tengo dos defectos a la hora de soñar (y como seguramente se ha dado cuenta, me había dormido mientras Morfeo (nunca más oportuno el nombre) me tomaba por el "elegido" numero taitantos), el primero, no me veo a mí mismo en mis propios sueños. 

Digamos que se me hace que el que se vé a sí mismo sin mediar un espejo ensoñado es un tipo egocéntrico incurable. 

! Ah ¡, y  lo otro, el segundo defecto si,: 

Sueño en Blanco y Negro. 

Lo de los colores me parece que venía en el modelo siguiente al mío. Yo ligué el sueño tipo cine mudo, pero con sonido, o sea la transición entre Chaplin y Ben Hur. Me sigue?

La cuestión es que sin saber cual de los numerosos Neo que había seleccionado Fishburne-Morfeo era yo, me tragué una de las píldoras. 

No me pregunte cual, ya le dije que no sueño en colores.

Me despierto y ¿con qué me encuentro?. Con un mundo dentro o fuera de la Matrix, (¿cómo voy a saberlo?) donde la gente cree en una realidad basada en el bagaje intelectual que tenga. 

Vamos por partes dijo Jack el destripador. 

Uno interpreta el mundo según la información previa que tenga, de tal forma que los mismos hechos son para cada uno de nosotros cosas diferentes.

Si. Sigo siendo poco claro. Veamos...

Cuando era chico, digamos entre los seis y los siete años, no era raro que cuando estaba la comida pronta a servirse en la mesa se escuchara la cálida voz de mamá diciendo:

! Aaaaa llaavaarseee laaaassss maaaannoooosssss ¡¡¡ 

Y uno iba al baño y en puntas de pie abría la canilla y se ponía a observar.

¿Nunca vio a un niño cuando se va a lavar las manos solo?.

Mira el chorro de agua un tiempo interminable y luego con la puntita del dedo comienza a producir interrupciones en el flujo constante, olvidando por completo aquello de ponerse jabón y restregarse una mano contra la otra para luego enjuagarse. No, puntita y de dedo indice, para colmo, que lo usa para todo.

Al rato lo verá reaparecer con la satisfacción pintada en la cara, como quién ha descubierto la pólvora y ante la pregunta de ¿Te lavaste Bien? contestará con un: 

seehhmmm..má.

Pocos son quienes como yo recuerdan en que pensaban entonces. No porque yo sea especialmente inteligente, sino porque mi mente sigue siendo la misma. La de un chico de seis años.

La cuestión es que la cabecita del pequeñuelo pasea por los siguientes vericuetos haciéndose preguntas y respondiéndose a sí mismo:

¿De dónde vendrá el agua?

-Del tanque, dijo papá. Seguro se llena cuando llueve.

¿Y a dónde se va tan rápido ?

-Al caño y vuelve al tanque para que la podamos volver a usar-

¿La del bidet también?

-Seguro que también vuelve al tanque-

¿Y la de la bañadera?

-Al tanque de agua-

¿Y la del inodoro?

-Tamb...,no la del inodoro no porque ahí también hay caca...-

Y  pis.

-Si. El agua con caca y pis no vuelve al tanque. Se va a la calle. A la zanja-

¿Por eso mamá no nos deja hacer pis ni en la pileta, ni en el bidet, ni en la bañera?

-Ni caca, así la podemos volver a usar-

Claarooo...

No eramos ingenuos. ! No señ@r ¡ Usábamos la información disponible y la procesábamos de la mejor manera posible. 

Si trasladamos la misma idea a la edad adulta notaremos que los disensos, discusiones y peleas, tienen que ver con la forma de interpretar la realidad que cada uno de nosotros tenemos según nuestro bagaje cultural. De tal foma La Matrix será diferente para cada uno de nosotros, ocultando o revelando diferentes verdades.

A que viene todo esto?

Simple. ¿Se acuerda que comencé contándole que estaba leyendo información para armar un post?. Bueno resulta que me asalta la duda permanente de saber si lo que estoy leyendo es verdad o una mala jugada de algún individuo dedicado a la generación de fraudes. 

No, no se me ría. 

Hasta hace poco yo sólo creía en la documentación donde podía verificar expresamente la fuente, llámese libro o lo que usted quiera. En Internet, la información se sube sin controles ni verificación y hasta existe la suplantación de identidad electrónica que puede decirnos ficticiamente que lo que estamos leyendo está publicado por la mismísima RAE, la Enciclopedia Británica o el organismo que a usted mejor le cuadre.

Hasta hace poco, para tranquilizarme, usaba el simple método de la pregunta: 

¿Quién podría beneficiarse con esta mentira? 

y si la respuesta era "Nadie" suponía alegremente que era verdad.

ERROR...ERROR...ERROR...(Sirena aullando)

Hay gente que miente, otra genera  información  falsa y unos pocos escriben una historia alternativa, contrafactual o ucrónica (ver aquí), por simple diversión. 

Nadie gana un peso por esta falsa data incorporada, pero nosotros corremos el riesgo de llegar a conclusiones equivocadas sobre la realidad que nos rodea, al igual que el niño interpretaba erróneamente el circuito del agua.
Nuestra realidad individual está conformada en base a la calidad de la información que se nos ofrece. Cuanto más degradada sea ésta, más lejos estaremos de poder interpretarla correctamente y así obrar en consecuencia para lograr el bienestar común.

Cada día se hace más difícil creer aquello que podemos visualizar en nuestras pantallas.

La Matrix de Internet se pone cada vez más fraudulenta, eso se lo aseguro, sin importar si tomé la cápsula roja o la azul.

Taluego.