Pigna, Reato y Balmaceda

Los tres historiadores que le voy nombrando desde el titulo no son otros que los más difundidos en la última década merced al auge que se ha desatado en aquellos que veían la historia nacional como una seguidilla de personajes aburridos y acartonados que poco tenían de la humanidad que preferimos ver en nuestros antepasados. Unos reinventaron la historia fundacional y se descarriaron en la moderna, otros analizaron y pusieron sobre la mesa aquellas cosas que muchos prefieren ocultar con falsos heroísmos y finalmente alguno prefirió entretenernos con la anécdota interesante y divertida que desacartone aquello que pensamos inmaculado y distante.

El Revisionismo histórico anti Mitrista que ha reescrito la historia hasta formar un nuevo Relato del Pasado tiñe al denominado Neo-Peronismo que suele olvidar que el mismo Perón al estatizar los ferrocarriles nombró a cada uno en honor a Mitre, Roca y Sarmiento

En este grupo Felipe Pigna es sin duda quién más éxito ha obtenido con la difusión masiva de su conocimiento académico orientado a reescribir la historia con un ojo mucho más popular que equilibrado.

Es profesor de historia egresado del Instituto Nacional "Dr. Joaquín V. González". Fue director del proyecto Ver la Historia de la Universidad de Buenos Aires, compuesto por trece capítulos. Es director del Centro de Difusión de la Historia Argentina de la Universidad Nacional de General San Martín y conductor del programa Historias de nuestra historia trasmitido por Radio Nacional. Además, fue profesor de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini.

Pero ni lerdo ni perezoso accedió a los medios de la mano de Mario Pergolini, por lo cual la juventud reinterpretó su propio interés en la historia y comenzó a demoler visiones aceptadas por décadas, construyendo aquellas que Pigna supo ponerles en el plato.

Tentado oportunamente por Néstor Kirchner a ocupar un puesto político, supo mantenerse alejado de esa tentación y evolucionar hacia un nuevo tipo de historiador que no oculta sus tendencias políticas.

Es director de la revista Caras y Caretas, desde donde se impulsan movidas políticas afines al kirchnerismo pero, por suerte, sin exajerar.

Luego de leer todos sus libros no puedo dejar de aceptar que supo mantenerse haciendo equilibrio entre la realidad y su propia interpretación de la misma, hasta que en su quinto volúmen de historia argentina terminó mordiendo la banquina de tal forma que prefirió excusarce de su propia tendenciosidad en el prólogo del mismo.

Su defensa del Peronismo raya con la cegera intencional, a tal punto que sus propios seguidores en Facebook le reclaman su conveniente "olvido" de hechos ocurridos durante los gobiernos de Perón tales como la Masacre de Rincón Bomba.

Hoy ya es un multimillonario escritor, situación que pocos pueden llegar a alcanzar en estos días.

En mi opinión personal Pigna ha perdido esa magia e interés que despertaba al cambiar los paradigmas del pasado desde el momento que prefirió ser políticamente aceptable para las filas del Kirchnerismo, aunque él sea un devoto de Evita y de la primer presidencia de Perón antes que del bizco y su amada.

Mientras Pigna trataba de ser un referente histórico del bicentenario surgieron otros que practican el periodismo de investigación para exponer la historia reciente. En ese rubro Ceferido Reato es tal vez el de mayor éxito a la hora de llevar a la luz lo que otros callan convenientemente. Él es periodista y licenciado en Ciencia Política. que hoy día dirige la revista económica Fortuna. De 2005 a 2010 fue editor jefe del diario Perfil. y antes de ello se desempeñó como redactor de Política Nacional de Clarín, asesor de prensa de la embajada argentina ante el Vaticano y corresponsal de la agencia internacional de noticias ANSA en San Pablo, Brasil. 

Reato dedicó sus esfuerzos a la investigación histórica del pasado que el propio Kirchnerismo pretende haber protagonizado pero que curiosamente oculta tras un Relato convenientemente mentiroso. No le tembló el pulso en denunciar el asesinato de Rucci a manos de los Montoneros, hablar de los ataques de los mismos durante la democracia y como asesinaron a simples colimbas, entrevistar a Videla o escribir sobre el huevo de la serpiente de la década del 60.

Reato no teme definir a los Montoneros como un movimiento nacido de la derecha católica del peronismo, ni fundamentar sus vínculos con ciertas tendencias del ejército para las cuales Firmenich y otros respondían. Incluso comenta que Onganía habría solicitado la ejecución de Aramburu por cuestiones internas del ejercito. Tampoco le tiembla el pulso al afirmar que el ERP (Ejercito Revolucionario del Pueblo) estaba constituido por las "ovejas descarriadas del radicalismo" y los movimientos marxistas del la época. Con la triple A en esos tiempos, a él solo le queda responder que los chicos de La Campora nunca llegarían a ser nada de ello, pues solo ambisionan un piso en Puerto Madero. El piensa que aquella época de revolucionarios suicidas y asesinos no podría repetirse.

Reato para mi es el más interesante y acertado historiador del tiempo reciente, uno de los pocos que ha fundamentado y documentado la falacia de los 30.000 desaparecidos por el más realista de 8.700 del Nunca Más y el Monumento a la Memoria, por supuesto sin contar a Julio López ni al resto de desaparecidos durante el Kirchnerismo.

Alejados de ellos y sobre todo de las implicancias políticas asociadas a la actividad aparece un periodista que disfruta de su rol de historiador de lo cotidiano con un más que aceptable éxito editorial. Se trata de Daniel Balmaceda.
Balmaceda nació en Buenos Aires, en 1962. Es periodista graduado en la Universidad Católica Argentina y fue editor de las revistas Noticias, Newsweek Argentina, El Gráfico, Aire Libre, La Primera, el suplemento escolar Cole Club y los Periódicos de la Historia, un material realizado especialmente para los colegios  y decenas de otros trabajos importantes.

Su característica principal radica en la difusión de anécdotas históricas simpáticas y divertidas, donde su maestría se observa en la manera de contarlas de forma tal que le resulten interesantes a la mayor parte del público al que se dirije. Sus libros abundan en pequeños capítulos fáciles de leer en cualquier oportunidad sin mayor esfuerzo y con una considerable dosis de satisfacción asegurada.

Sus libros y notas tocan temas de interés general pero principalmente circunscritos en el ámbito de las costumbres de Buenos Aires y su propia capital.

Sin duda un divulgador científico que logra tocar a la puerta de los más vagos a la hora de intentar aprender algo de historia.

Con los tres disfruto de la lectura, me enojo con los personajes, situaciones o con la visión del propio escritor, pero al fin me sumerjo en un ejercicio intelectual que me obliga a poner el filtro anti manipulación y mentalmente armar aquella historia que tal vez no me están contando.
A los tres los respeto y espero que sigan publicando sus versiones de una misma historia, por el bien de todos nosotros y por los pibes que algún día deberan revisar lo que ya ha pasado para entender su propio presente y lo que les quedará a sus nietos.
Porque la historia es eso, analizar el pasado en el presente para no repetir lo mismo en el futuro.

Taluego.